Los fabricantes de motores de Fórmula 1 tienen 'deberes' para buscar soluciones a los actuales problemas en el deporte en lo que se refiere a las actuales unidades de potencia. Estos llegan, como confirma Yasuhisa Arai, jefe de Honda, tras el último debate que hubo sobre este asunto.

A finales de noviembre, la Comisión de la Fórmula 1 votó en contra de que se implementase un motor alternativo con el que se pretendía igualar el nivel en parrilla con menos coste para los equipos. Ahora, con esta idea aparcada, los motoristas han de pensar en otras alternativas para proponer antes del 15 de enero, fecha en la que deben dar sus conclusiones a la FIA.

"No se ha decidido nada. Hubo muchos debates sobre muchos temas", ha dicho Arai sobre las conversaciones. "Nos dieron como deberes el mirar opciones para el futuro, pero no se ha progresado mucho. La reunión tuvo lugar para hablar de los problemas de los costes y hay muchas opciones para reducirlos. Por lo tanto, ahora es el turno de los fabricantes de motores, que deberán ver qué opciones hay y debatirlas en el futuro", ha proseguido el japonés, quien no cree que no tener soluciones ahora mismo sea necesariamente malo.

"El debate podría continuar durante mucho tiempo, pero es positivo para el mundo de la F1 que estemos teniendo estas charlas, desde el punto de vista de la sustentabilidad y la estabilidad".

Por su parte Maurizio Arrivabene, jefe del equipo Ferrari, ha señalado que deberían ser los jefes de equipo y no los ingenieros quienes decidan lo que hay que hacer y cómo hay que avanzar en materia de motores.

"La FIA vino con una larga lista de cosas que hacer", ha confesado. "Cambiamos el enfoque de la reunión porque esto no va de decirle 'sí' al turbo o 'sí' al mono-turbo o lo contrario e ir marcando casillas. Todos los jefes de equipo que estuvieron presentes marcaron un objetivo. Me gustan mucho los ingenieros, pero si les dejas decidir, se irán hasta el cielo. Así, debemos marcar un objetivo para nuestros ingenieros y que ellos lo respeten", ha continuado el italiano, quien centra sus preocupaciones en un diseño de motor que lleva mucho tiempo optimizar y en unas soluciones demasiado costosas por parte de los ingenieros.

"No se puede diseñar un motor para 2018 en tres horas, pero creo que los pasos que estamos dando son buenos para que los ingenieros lleguen a cumplir ese objetivo que se les marcó", ha concluido.