Alan Permane, director de operaciones en pista del equipo Lotus, ha dejado claro que Romain Grosjean no hizo nada extraño ni diferente en los instantes previos a ser arrollado por Max Verstappen durante el Gran Premio de Mónaco.

Los comisarios culparon al holandés de dicho incidente y le sancionaron con cinco posiciones en parrilla del Gran Premio de Canadá y dos puntos del carnet, aunque él sostiene que el francés puso a prueba los frenos de su STR10 al reducir la velocidad en un punto poco habitual desde su punto de vista.

"Fue muy claro", ha dicho Permane a Motorsport.com. "Verstappen hizo un movimiento descerebrado. Fue muy claro en el video. Romain no se mueve, o se mueve un poco y eso puedes hacerlo, pero no se mueve de un lado al otro de la pista. No frenó antes ni nada por el estilo. Está muy claro que lo de Verstappen había sido una tontería. Se dañó un poco el suelo pero impactó con la rueda, por lo que no fue tan malo como podía haber sido", ha proseguido.

Grosjean pudo continuar en carrera aunque perdió algunas posiciones y su rendimiento se vio comprometido tras el toque.

"Iba con neumáticos blandos muy desgastados y que se habían enfriado tras el safety car", ha señalado un Permane que, en su cuenta de twitter, ha confirmado que el francés frenó cinco metros más tarde que en la vuelta anterior, algo de lo que fueron informados los comisarios antes de tomar una decisión sobre lo ocurrido.