El principal temor que acecha ahora al mandamás de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, es que muy poco se sacará en claro de la reunión de mañana, jueves, del Grupo de Estrategia. En esta cita está previsto que se discutan varios cambios en la regulación, tanto a corto plazo como para 2017 en adelante. Entre ellos, se hablará de las nuevas reglas de motores; el rediseño de los coches; las prohibiciones en el túnel de viento; de la normativa de neumáticos y de las medidas de control de costes.

A pesar de que las críticas que demandan este tipo de cambios cada vez son más constantes, Ecclestone no espera que se saque nada en concreto de este evento. "Creo que pasaremos probablemente cuatro o cinco horas en esa reunión. Al final, probablemente vamos a decidir la fecha de la próxima. El problema justo ahora es que estamos en democracia. Eso no es bueno. Sabéis que no me gustan las democracias, porque nunca vas a conseguir que un puñado de gente competitiva se ponga de acuerdo. Los que ganan ahora no quieren cambiar y si empiezan a perder, entonces sí. Así es. Así que nos tenemos que poner en una posición en la que podamos decidir y decir que así va a ser", explica Ecclestone para Motorsport.com.

Las decisiones en el Grupo de Estrategia se toman a partir de 18 votos, seis los tiene Ecclestone, seis la FIA y seis los equipos. Cada idea con la que se está de acuerdo, se escala a la Comisión de la F1 para que la apruebe. Ecclestone sigue abogando por la introducción de una especificacion más económica de motor. Las opciones son el V8 o el V6, este ultimo usaría los mismos 100 kg de combustible por carrera que se utilizan ahora pero no es sólo su opinión la que cuenta.

"Vamos a ver lo que podemos hacer. Los constructores están aquí por la razón que crean que están, y creo que deberían continuar haciendo eso. Creo que posiblemente los otros equipos pueden llevar un tipo diferente de motor con el mismo rendimiento, pero por mucho menos dinero. Estoy diciendo que lo dejaremos todo como está por los constructores. No se toca", añade el magnate.

La idea de implantar un motor más barato, a la altura de los actuales híbridos, se usa para forzar a los fabricantes a controlar los costes que les cobran a los equipos cliente. Si no hay equidad, esto crearía una clase B, una iniciativa nada atractiva para los equipos que tengan que servirse de ella. De todas maneras, Ecclestone asegura que no marcará la diferencia el hecho de que el motor más barato tenga menos rendimiento, en términos generales.

"Los que van octavos, serán octavos. No es bonito lo que voy a decir pero probablemente es verdad. Si les das a esos equipos el coche de Mercedes y su motor, probablemente todavía estarían en esa posición o probablemente un poco mejores", asegura.

Por otro lado, Ecclestone no tiene esperanzas de que la idea del quinto motor prospere. "Estuvimos de acuerdo, todos los equipos, de tener cinco motores durante el año. Tenemos cuatro en las reglas, y ahora la gente está diciendo que quizás lo deberíamos dejar en cuatro. Los que fabrican motores no quieren hacer más si no se les paga, los equipos no pueden permitírselo", finaliza.