Menos de un segundo ha separado al Poleman del último clasificado en la primera calificación de la World Series en el circuito de Jerez, una igualdad impensable en la mayoría de categorías del automovilismo de alto nivel y que hace presagiar una carrera de infarto esta misma tarde.

Consecuencia directa de esta igualdad es que cualquier problema, por mínimo que sea, se traduce en la pérdida de un buen puñado de posiciones, y los damnificados de hoy, por distintos motivos, han sido precisamente los protagonistas del campeonato, Carlos Sainz y Roberto Merhi.

El circuito de Jerez ha amanecido con temperatura tardoveraniega, viento en calma y un punto de tensión, la que inevitablemente conlleva vivir el día en que un campeonato se decide, en el que el trabajo de un año se proyecta en un nombre, el del ganador, de quien se lleva la gloria. Con este ambiente ha empezado la sesión de calificación; dos juegos de neumáticos, dos tandas de vueltas rápidas que hoy no han sido propicias para los españoles.

El líder de la general y cuasicampeón, Carlos Sainz, había pasado una mala noche. Algo de la cena de anoche le sentó mal, hasta el punto del vómito, y durmió poquísimo. No eran los nervios, porque los que compartieron mesa con el madrileño terminaron la velada igual, pero sólo el hijo del bicampeón mundial de rallyes tenía que pelear por un buen puesto en parrilla hoy. Las circunstancias no ayudaban, pero el coche tampoco ha estado a la altura: después de dos sesiones de entrenamientos libres completamente normales, los coches de DAMS han sido más lentos de lo esperado hoy, en el caso de Carlos debido a problemas serios de sobreviraje y nerviosismo general en el comportamiento en curva.

El resultado ha sido duro: un decimoquinto puesto en parrilla, a 666 milésimas del sorprendente Poleman, Will Stevens. Curiosamente, este discreto resultado podría bastarle perfectamente a Carlos para proclamarse campeón con honores en la carrera de hoy, prevista a las 14:00 -podréis verla por TV en Eurosport-, ya que su único rival matemático para el título, Roberto Merhi, también ha sufrido hoy en Jerez.

El castellonense pasó ayer un día para olvidar, con tiempos prácticamente colistas. Afortunadamente, el equipo Zeta Corse descubrió a tiempo que había cometido un error importante en la preparación del coche y hoy se esperaban otros resultados. "La Pole no, pero irá bien", nos decían en el box de 'Teto', que finalmente ha terminado décimo la calificación de hoy.

Sin duda, Merhi ha arrastrado la falta de tiempo para rodar con el coche bien reglado y durante la calificación no hay tiempo para afinar la puesta a punto más allá de retoques de detalle. Si tenemos en cuenta que Merhi debería ganar las dos carreras del fin de semana y Sainz no pasar del séptimo puesto en ninguna de ellas, este décimo puesto en parrilla del simpático piloto de Benicàssim le sirve prácticamente en bandeja el campeonato a su rival, que llegaba con los deberes hechos a esta última cita de la World Series.

Si Carlos gana el título esta tarde, lo hará justo 24 años después de que lo hiciera su padre por primera en el Mundial de Rallyes, en un 1990 que Carlos Jr. no puede recordar, porque aún le faltaban cuatro años para nacer. Dos momentos clave en la trayectoria de dos generaciones de grandes pilotos españoles.

Por último, merece mención el duodécimo puesto de Beitske Visser, la única chica del campeonato, que confirma sus progresos en la categoría y se ha clasificado entre los dos candidatos al título, claramente por delante de su compañero en el equipo AVF de Adrián Vallés, Van Buuren.

Fotos: Sainz y Merhi realizan una exhibición en Sevilla previa a la lucha por el título