La polémica ha llegado más pronto de lo previsto. Los mensajes cifrados por radio se prohibieron a partir del pasado Gran Premio de Singapur y el equipo McLaren denunció a la FIA que Red Bull había utilizado este tipo de comunicación para hablar con Daniel Ricciardo.

El director de carrera de la formación de Woking, Eric Boullier, dudó sobre la legalidad del mensaje que se escuchó por radio y no tardó en reclamar sanción a la FIA. "Ellos dijeron ‘haz esto para evitar un problema en el coche’. Una vez habría estado bien, pero dos o tres veces puedes dudar qué tipo de problema tiene el coche", argumentó el francés.

El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, se ha defendido de las acusaciones y afirma que habló con Charlie Whiting antes de comunicarle a Daniel Ricciardo el problema que tenía. "Daniel tenía, básicamente, un problema con la batería que no se descargaba. Hablé con Charlie (Whiting) y le dijimos que tenía problemas de fiabilidad y por eso le dijimos que evitara los pianos para que no dañara la batería. Hay que encontrar el equilibrio con estas conversaciones de radio", ha explicado Horner.

Una de las personas que más influyó en la marcha atrás de la FIA en Singapur fue el jefe del equipo Toro Rosso, Franz Tost. "Para mí no tiene ningún sentido, porque en todos los demás deportes hay un entrenador que da información, instrucciones a un jugador de futbol desde la banda. Los cambios no son absolutamente necesarios y sigo sin entender por qué esta información también es un entretenimiento para la gente que lo ve por televisión", comentó.