El Gran Premio de Rusia sigue en el punto de mira. La Fórmula aterrizará en Sochi el próximo mes de octubre en medio de un conflicto político que puede afectar gravemente los intereses de la F1.

Jean Todt está preocupado por la viabilidad de la carrera rusa, así lo ha manifestado Ari Vatanen, miembro de la FIA y del del Parlamento Europeo.

Esta semana "The Financial Times" afirmó que Europa está considerando nuevas sanciones contra Rusia, lo que podría incluir un boicot a los principales acontecimientos deportivos en los que estaría afectado el Gran Premio de F1. Muchos apuntan a que Vatanen habla en nombre de Todt para "tantear el terreno" ante estas acciones.

"Por supuesto Jean conoce mis comentarios, hablamos de eso. Creo que él comparte en parte mi punto de vista", comentó Vatanen. El finlandés aclaró que él puede dar su opinión ya que no ocupa un cargo de gran relevancia "Es cierto que él tiene las manos atadas. Puedo decir las cosas de forma más libre y abierta de lo que él puede", comentó.

Bernie Ecclestone dirigente de la F1, fue quien personalmente aceptó el trato con Vladimir Putin y ambos se postularon a no mezclar política y deporte. Vatanen comentó que estos dos términos ya se han mezclados desde Rusia ante una posible cancelación del Gran Premio. "A menudo se dice que en la Fórmula 1 no se debe mezclar la política y el deporte, pero el régimen ruso ya está mezclando política y deporte de una manera descarada, así que tenemos que responder".

Ante las amenazas de Europa de cancelar cualquier evento deportivo en suelo ruso, Ari Vatanen puntualiza que no les corresponde a ellos anular la carrera y que deberían dar el primer paso otras autoridades. "Corresponde a Bernie y a los propietarios cancelar la carrera", señaló el ex piloto de rallys.

La situación ha empeorado en los últimos días. Putin ha hecho gala de su potencial nuclear, lo que hace que la tensión con occidente sea insostenible. "Es una situación sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Apoyamos a un régimen autor de un derramamiento de sangre? ¿O bien decimos que esto no es correcto?".

"Sería enviar un mensaje de aceptación si vamos a Rusia. Diría que apoyamos, tal vez de forma explícita por nuestras acciones que aprobamos lo que está pasando, ya que se utilizaría en la propaganda", concluyó Vatanen.