A pesar de que no todos los conjuntos han confirmado sus intenciones antes del primer día de entrenamientos del Gran Premio de Alemania, el delegado técnico de la FIA, Jo Bauer, ya adelantó ayer, jueves, que ningún equipo correría finalmente con el sistema de suspensión FRIC.

"Puedo confirmar que ningún coche llevará un sistema de suspensión conectado de delante a detrás de ningún tipo", comunicó Bauer tras el voto en un informe técnico.

La decisión de todas las escuderías en el pitlane de no llevar el FRIC elimina cualquier posibilidad de quejas entre ellas, ya que, se recuerda que la FIA había declarado este sistema ilegal. A pesar del fin de la polémica, la jefa de Sauber, Monisha Kaltenborn, llama la atención asegurando que este tema no debería haber salido a estas alturas de la temporada.

"Para mí toda esta discusión supone que estamos creando una imagen muy mala y eso es lo que me preocupa. Todos entramos con un dispositivo este año, el FRIC o el que sea, y a mitad de temporada decidimos que no está bien", explicó Kaltenborn.

Así, la de Sauber arremetió totalmente contra este deporte de la imagen decepcionante e incompetente que estaba dando el mismo desde fuera en una época en la que, según Kaltenborn, no era muy positivo tirarse piedras al propio tejado.

"No sé si es frustración, incompetencia o incapacidad del deporte para parecer estable y claro. El cuerpo ejecutivo es responsable de las reglas, el que las debe vigilar y ver si las respetan o no", continuó.

Sin embargo, la austríaca no culpa a la FIA de este suceso, sino a los equipos, que en su opinión, debería hacer sus coches teniendo en cuenta, en mayor medida, la regulación técnica actual.

"No es culpa del aparato gubernamental del Gran Circo si desarrollamos nuestros sistemas, así que quizás tenemos que ajustarnos más a las reglas que no permiten este tipo de cosas en primer lugar", finalizó.