Tras acudir a ambas partes, tanto los testimonios de Toro Rosso como los de Renault, unidos a la investigación realizada por la FIA confirman que el banco de pruebas de las instalaciones austríacas AVL cumplía con las reglas de los test. Por lo tanto, se comprueba la veracidad de las declaraciones del jefe de operaciones den pista de Renault Sport F1, Remi Raffin, que aseguraba, en el momento de la acusación, que se decidió acudir a otras instalaciones para complementar las pruebas ya realizadas en Viry, la sede del fabricante francés.

"Hasta donde sabemos, era para apoyar a Toro Rosso e intentar mejorar la actuación que tenía en ese momento. Cualquier banco de pruebas que hubiera estado disponible lo hubiéramos usado así que aprovechamos la oportunidad. Fue sólo intentar hacer más pruebas que las que habíamos hecho en Viry", explicó, entonces, Taffin.