Al llegar al grandioso estado de Texas se puede ver la leyenda 'Everything is big in Texas', en castellano 'Todo es grande en Texas'; y ya lo creo que los es. La extensión del propio estado, es 1.38 veces España y tanto en superficie, población y PIB es el segundo de los Estados Unidos. Sus Cadillac con cornamentas en la rejilla frontal, sus 'malls' o gigantescos centros comerciales, sus rebaños de ganado y los miles de pozos de petróleo que perforan su subsuelo desde 1900 caracterizan estas tierras. Ahora encabeza proyectos de alta tecnología, semiconductores, energías renovables y biomedicina a través de sus universidades y centros de investigación, entre el que destaca sobremanera el 'MD Anderson' de Houston.
Seis países reclamaron su inmenso territorio, sus riquezas, de ahí el término 'tierra de las seis banderas', pues primero España, seguida de Francia, México, luego sus propios colonos, más tarde los primigenios Estados Unidos y posteriormente los unionistas encabezando los Estados Confederados de América fueron quiénes proclamaron ser sus legales dueños y señores. Así lo tenemos conocido por 'el territorio de la estrella solitaria', símbolo predominante en su bandera desde 1839, insertada con sus cinco puntas en la franja vertical azul, color que significa lealtad. Junto a ella la superior blanca, emblema de la pureza y la libertad y, finalmente la parte inferior roja, divisa de la valentía.
Su capital es la coqueta y elegante Austin, conocida también por ser la capital mundial de la música en vivo, ubicada en los condados de Travis, Williamson & Hays, con una población que supera escasamente los 800.000 habitantes. Además es el lugar donde se encuentra el gobierno del estado. La ciudad está junto al famoso río Colorado, nombre dado por los aborígenes americanos por su característico color tomado al arrastrar sedimentos arcillosos. La ciudad destaca como foco de actividades comerciales, de congresos y exposiciones, así como educativas abanderadas por la prestigiosa Universidad de Austin desde el año 1883.
Austin
La pista para la Fórmula 1 fue construida al sur de la ciudad, en una zona llamada Wandering Creek y se bautizó como 'Circuito de las Américas”' nombre sin duda muy americano, 'very USA', que para ser precisos fonéticamente puede ser deletreado como iu-es-ei', poniéndose además la mano derecha sobre el corazón al cantar el himno nacional si ya se quiere pasar por un auténtico 'yankee'.
La razón de esta importante obra de ingeniería civil era la vuelta de la F1 a esta gran nación, el regreso a organizar un Gran Premio de Estados Unidos, pues el último se celebró en el año 2007 en el espectacular trazado oval del Indianápolis Motor Speedway, donde Lewis Hamilton resultó vencedor. También allí pudimos ver en su día incidentes con neumáticos que reventaban o podían hacerlo en las zonas fuertemente peraltadas, dando lugar a 'carreras' con solo seis coches, como en el año 2005. Por fin, el 19 de noviembre del año pasado y con una asistencia a la carrera de casi 120.000 aficionados se presenció de nuevo la F1 en USA.
El circuito tiene una longitud total de 5.513 metros y de nuevo nos encontramos con un trazado 'Tilke style', arquitecto principal del proyecto y de Bernie Ecclestone, trazado 'Prêt à Porter', muy a la moda, como siempre intentando rememorar otras pistas; que si algo de Silverstone por aquí, algo de Hockenheim por acá, una 'miaja' de Estambul Park por allá e incluso algunos dicen que partes de Suzuka; demasiados parecidos y partes para mi gusto.
Lo cierto es que está compuesto por veinte curvas, once a zurdas, 'left hand', y nueve a diestras, 'on the right'. Tiene un primer sector de curvas enlazadas, de la 1 a la 6, luego tras tres grandes 'S', giros 7 a 12, una breve recta con horquilla a izquierdas que da paso a la extensa recta de contrameta, y una parte final muy virada que acumula siete de las 20 curvas totales del circuito.
Vista aérea del Circuito de las Américas
Partiendo de meta, acometeremos el pronunciado ascenso de final de recta, 'forfait' recomendable, evocando quizás la subida hacia Eau Rouge pero en recta, 'to tieso', llegando a la cerrada curva número 1 a unos 300 km/h en séptima marcha para engranar segunda y a unos 100 km/h trazar este complejo y cerrado giro a izquierdas con fuerte estrechamiento de la pista. Rápida aceleración con ostensible bajada del trazado para tomar la segunda curva pasando a 250 km/h en quinta y tras tres sucesivas 'cuasi chicanes', en sucesión de izquierda a derecha, superar los giros desde la 3 a la 7 sobre los 230 km/h de media en quinta y sexta marcha, bajando a 120 km/h y tercera en la curva 8, pasar la 10 a 255 km/h con la sexta relación engranada y a fondo llegar a la de nuevo cerrada curva 11, casi un clon de la número 2, es decir, segunda y 100 km/h.
'Full gas' a su salida, subiendo rápidamente hasta séptima marcha y casi 310 km/h de punta, con fortísima frenada en el giro 12, trazándolo a poco más de 110 km/h, segunda relación y comenzar el más lento de los tres sectores de la pista, pasando consecutivamente la 13, 14 y 15 sin superar en esta última los 95 km/h en segunda, acelerando progresivamente en el amplio curvón a derechas formado por las curvas 16, 17 y 18, formando una especie de 'U' parecido al de las curvas 17, 18 y 19 del Circuito de Yas Marina, pero rodando en sentido inverso. La penúltima curva, la 19, se trazará engranando cuarta y a 175 km/h para llegar finalmente a la número 20 de nuevo a unos 100 km/h y en segunda.
Es un Gran Premio a 56 vueltas, recorriendo 308,896 kilómetros en total, con velocidad media de casi 200 km/h, concretamente 197 km/h, similar al Acela, el tren de Alta Velocidad presente en EE.UU. desde el año 2000 que conecta Boston con New York y Washington. Se gira contra las agujas del reloj y la configuración aerodinámica precisa para esta pista debe ser de carga media/alta, dados los sectores en que está dividido el circuito, similar en parte a la pista precedente de Abu Dhabi.
Acelerador en la tabla, aquí de kevlar, en más del 60% de cada vuelta. Desgaste de frenos en un rango medio/bajo dada la velocidad media del trazado. El combustible necesario para la carrera está en torno a 145 kilos con consumos de 2.55 kg - 2.60 kg por vuelta según mapa motor seleccionado. Tiempo empleado en cada pit stop rondando los 17 segundos, más la parada, con dos detenciones seguramente. Pole Position y vuelta rápida de 2012 fue para Sebastian Vettel con un crono de 1:35:657 y 1:39:347 respectivamente. Actualmente, el único vencedor por el momento en esta pista en su año inaugural es Lewis Hamilton, quién ganó a bordo de un McLaren-Mercedes, por cierto, en su penúltima carrera para la escudería de Woking.
Lewis Hamilton venció en 2012
La Fórmula 1 lleva tiempo viajando a Estados Unidos, concretamente desde 1959, fecha de la primera carrera en el Sebring International Raceway, estado de Florida, antiguo aeródromo militar y que ha tenido distintas pistas donde rodar, pero nunca tuvo visos de ser algo estable y sólido. Luego llegó Riverside en California, Watkins Glen en New York, Long Beach y Las Vegas, Detroit, Dallas, Phoenix, para recalar en Indianápolis, último circuito en celebrar varios Grandes Premios seguidos. Pero un día apareció Bernie Ecclestone con la bolsa de la recaudación y se rompió el acuerdo con los organizadores en lo referente al canon a pagar por albergar la carrera, aparte que el éxito de público no tuvo siquiera parecido al que gozan las carreras autóctonas.
Austin es el décimo circuito diferente en que se disputa un Gran Premio de Estados Unidos, con New Jersey en el alero. En la ciudad texana abundan los aficionados de Ferrari como en el resto de los EE.UU. Dispone por cierto de unas amplias y asfaltadas escapatorias pintadas, como no, con los colores de la bandera norteamericana, 'Stars and Stripes', azules, blancas y rojas. Esperemos que Austin sea el definitivo lugar.
Sin el jacarandoso finlandés Kimi Raikkonen a bordo del Lotus Renault por lesión en su espalda a causa de un lejano accidente a bordo de un Sauber, ni más ni menos que en el año 2001 en el circuito de Magny-Cours, la lucha por el subcampeonato de pilotos y escuderías será el único aliciente que podamos ver sobre la pista, aparte de si Red Bull deja que Mark Webber se anote por fin la victoria en un Gran Premio de Fórmula 1.
