Ayer Sergio Pérez admitió: "Definitivamente sentí la presión", a pesar de que Martin Whitmarsh apoya a su nuevo fichaje.

"En McLaren todo el mundo está viendo tu rendimiento en cada sesión de entrenamientos y en todas las carreras", comentó a los periodistas. "Creo que es bastante sorprendente que después de tres fines de semana, y habiendo tenido dos buenos fines de semana maximizado el potencial del coche, que después de un mal fin de semana haya recibido tantas críticas".

"Pero creo que esto es bastante normal y habitual para un equipo como McLaren", añadió el mexicano. "Nunca estoy pensando en ello y si soy totalmente sincero, no estoy preocupado al respecto. Estoy aquí para hacer mi trabajo y haré todo lo posible este fin de semana y los próximos dieciséis fines de semana".

En cuanto a las críticas, el jefe de McLaren, Martin Whitmarsh, comentó que Pérez tiene que ser más "duro" frente a ellas.

"Creo que ha sido generoso al permitir que las personas hablen de más. Con este tipo de neumáticos, que son muy delicados, y con un coche que no es muy allá, las carreras son difíciles. Creo que hizo un trabajo razonable, pero no está satisfecho consigo mismo y no debería de estarlo", añadió Whitmarsh.

Pérez admitió que en China estuvo repleto de incidentes desde las primeras vueltas del viernes hasta la bandera a cuadros del domingo, su peor resultado hasta la fecha.

"Jenson (Button) ha sido muy difícil de batir", comentó el joven piloto. "En China, estaba muy por detrás de él. Nunca estuve cerca. Con el coche que tenemos el está haciendo muy buen trabajo, hay que decirlo".