El campeón del mundo de 2008, Lewis Hamilton, ha decidido fichar por Mercedes para 2013, un movimiento tan trascendental que ha obligado al de Stevenage a admitir: "Será interesante entrar al garaje (en Suzuka). Hay un par de chicos que trabajan en mi coche que han estado conmigo desde 2007. Le dije a Martin (Whitmarsh) que quería tener un encuentro en el comedor para hablar con el equipo y responder todas la preguntas que tengan".

Ya en un evento desde el hotel Conrad de Tokio, Hamilton también reconoció que aún no ha hablado con su anterior jefe y mentor Ron Dennis, lo que sugiere que su relación no pasa por un buen momento. "Intenté contactar con Ron, pero no conseguí hablar con él". A lo que añadió: "Tendréis que preguntarle a él si se siente así", en referencia a que si Dennis se sentiría traicionado después de haber diseñado la carrera de Hamilton desde que éste era un niño.

El Campeón de 2008 apuntó que espera dejar McLaren con una relación intactatras la última cita del mundial -el próximo mes en Brasil-. "Cuando hablé con Martin dije que el plan es no quemar puentes. No hubo ningún malestar con McLaren". Al mismo tiempo, reconoció que la decisión de marcharse a Mercedes resultó difícil, ya que su elección osciló “como un péndulo” en las últimas semanas. "Ha sido muy, muy estresante", señaló el británico. "En un momento pensaba 'vamos a por ello', al siguiente 'voy a quedarme'. Fue importante tomar la decisión por mí mismo".

A lo que agregó: "No iba a ser coaccionado y no iba a ir con prisas, aunque había mucha presión. Tenía un par de fechas límite; no cumplí ninguna de ellas". Asimismo, aseguró que en última instancia se decantó por abandonar McLaren por el mayor desafío que supone hacer de Mercedes un equipo ganador. "Podría haberme quedado y habría sido más fácil. Ellos (McLaren) son un equipo increíble. Tienen las mejores instalaciones de lejos. La fábrica es intocable; tienen todo, de verdad, así que de hecho deberían ganar más".

Hamilton también negó que fuera una mejor oferta económica la que le persuadió a marcharse:"Tenía dos ofertas encima de la mesa que eran muy, muy parecidas; una con algunos días menos de eventos publicitarios, pero eso no tiene que ver con el dinero. Martin me preguntó que qué más podrían haber hecho. Contesté: Sinceramente, es por el desafío".

"No sé qué va a pasar. Sólo se que todo el mundo tiene que probar estas cosas, trabajar con gente nueva y en nuevos entornos. Eso es parte del crecimiento. Es mi último paso de independencia, supongo". Y el reto, según admitió el inglés, es intentar emular los logros de Michael Schumacher, quien consiguió convertir al Ferrari en un coche ganador partiendo de una posición complicada.

"Realmente no tenemos ningún otro piloto en Fórmula 1 (excepto Schumacher) que sea conocido por eso. Espero que un día alguien pueda decir eso sobre mí". Y agregó: "La forma en que lo veo es que estoy caminando por el puente (en McLaren) y desciendo a un camino distinto. Si ese camino me hace retroceder, ¿entonces quién sabe?", concluía.