"Llevo un casco Red Bull durante toda mi carrera. Es difícil imaginar otro tipo de vida estando acostumbrado a ello", comentaba Sebastian Vettel en Autosport sobre sus planes para 2014. "Sería como cuando cumples 18-19 años y te vas de casa. Estoy muy feliz donde estoy ahora mismo y no quiero irme a ningún otro sitio".

El bicampeón del mundo tiene claro que todos sus éxitos han llegado junto a la escudería de Milton Keynes y que su futuro está ligado al equipo que ha dominado la Fórmula 1 los últimos dos años con puño de hierro.

En 2012, la historia está siendo algo distinta al 'paseo' que tuvo Vettel en 2011. Ha pasado de hacer el récord de Poles en un año (17) y vencer en 11 carreras, a tan sólo haber triunfado en una carrera esta temporada aunque, aun así, está segundo en el campeonato y es consciente de que, vista la igualdad entre monoplazas este año, triunfará el equipo más regular sobre la pista y el que se mantenga arriba en la evolución de su monoplaza.

"La gente sólo recuerda nuestra victorias, pero olvidan el grado de dificultad que suelen tener", decía. "Sí, ganamos algunas carreras en las que teníamos el conjunto más fuerte. Este año hay muchos más candidatos para las victorias, por lo que se hace mucho más esencial acumular la mayor cantidad de puntos posible en cada carrera. Desde el primer día de test confiaba en nuestro monoplaza. No hemos sabido obtener el máximo potencial a pesar de haber progresado y los problemas con los neumáticos preocupan a casi todos, no solo a nosotros. Simplemente depende de quien hará mejor el trabajo".

Lo que sí comparte con muchos es que este mundial tan impredecible con los cambios de normativa y los neumáticos como protagonistas indirectos, están haciendo mucho más interesante la F1 para los fans a pesar de que han surgido algunas críticas ya que, depender tanto de factores externos más allá de pilotos y máquinas, puede hacer que el espectáculo pierda realismo.

"Si miras 10 años atrás, había muchas críticas a una F1 aburrida porque Michael Schumacher ganaba siempre. Ahora, se dice que la F1 es impredecible y una lotería. No se puede satisfacer a todo el mundo al mismo tiempo, pero creo que tenemos un buen espectáculo, con muchos adelantamientos y acción. Ahora hay más tensión tanto para la gente que o ve desde fuera como para nosotros dentro de los coches. Creo que me gusta el camino que se está llevando, sin embargo, tenemos que tener cuidado de no crear algo artificial", concluía.