El comunicado explica brevemente la historia de Lola Cars International, "fundada en 1958", y repasa algunos de los resultados más significativos de su historia deportiva, como cuando se convirtió en un equipo de Fórmula 1 con John Surtees logrando una Pole y dos podios en 1962. Además, recalca algunos de los logros más importantes fuera de los circuitos: "En los últimos años se han hecho investigaciones significativas en tecnología y en la capacidad de negocio en el automovilismo, además de diversificar y crear Lola Composites Limited, con servicios de seguridad, aeroespacial, comunicaciones, energías renovables, automotriz y mercado automovilístico".

Pero el comunicado también reconoce que, pese a todo, los tiempos que corren no son los mejores, y la crisis les ha obligado a tomar duras decisiones: "La última crisis económica y la decisión de HMRC de no pagar los créditos fiscales de los I+D en curso han causado un grave problema de liquidez en el negocio. Con gran pesar se ha tomado la decisión de nombrar un administrador para Loca Cars International y Lola Composites Limited".

La consecuencia es que Lola Cars se ha declarado en concurso de acreedores; es decir: un juzgado nombra a administradores externos para que evalúen el patrimonio de la empresa y sus deudas para proceder a la liquidación y venta de los activos y poder pagar a los acreedores. "Este paso permite a la junta continuar sus conversaciones con posibles inversores y compradores con el fin de obtener el mejor resultado para el personal, los acreedores y los clientes de ambas empresas".

La junta de Lola se ha negado a hacer más comentarios hasta el 21 de mayo. Es la segunda vez que Lola se declara en concurso de acreedores; en 1997 atravesó una etapa similar.