Adrian Newey, que diseñó el RB7, define el KERS como un "sistema que se encuentra en su etapa de infancia", según recoge el diario británico Express.

Parte de la mala relación entre el KERS y el monoplaza del equipo de las bebidas energéticas se debe a que no lo habían usado anteriormente hasta su implementación en el Gran Premio de Malasia. Sus máximos rivales, Ferrari y McLaren, ya lo habían usado en 2009, cuando el sistema de recuperación de energía hizo su debut en la Fórmula 1.

"No somos un equipo fabricante por lo que nosotros mismos tenemos que desarrollarlo con un presupuesto, recursos y experiencia limitada", señalaba Newey.

Tras ganar en Sepang, Sebastian Vettel afirmó que contar con un KERS idóneo tardaría semanas. "Necesitamos analizar los datos. Definitivamente, es algo en lo que debemos centrarnos porque sabemos que perdemos tiempo en pista cuando lo tenemos apagado. Para la carrera de Malasia fue crucial ya que de lo contrario, dudo que hubiera podido mantener mi posición al inicio y la carrera hubiera transcurrido de una forma diferente", reconocía Vettel.

Jenson Button, quién finalizó a tan solo tres segundos por detrás del vigente campeón, insiste que Red Bull pronto será alcanzado. "En 2002, cuando Michael ganó esa cantidad de carreras, Ferrari era muy rápido. No creo que este sea el caso de Red Bull ahora", afirmaba Button.

La escudería austríaca no usó el KERS en Australia para no comprometer la fiabilidad del RB7 en carrera, mientras que decidieron apostar por él en Malasia. Sin embargo, durante la prueba del domingo, el sistema de recuperación de energía de Mark Webber falló, y Sebastian Vettel solo pudo usarlo en determinadas ocasiones. De cara al Gran Premio de China, el reto será montar un KERS fiable y competitivo con el que dejar atrás su particular talón de Aquiles.