Mide 60 metros de largo, pesa 117 toneladas y es uno de los gigantes voladores del momento. Por supuesto, nos referimos al Boeing 787-9 Dreamliner uno de los aviones de pasajeros más grandes de cuantos operan en el en el aeropuerto de Melbourne (Australia). Bien pues hasta allí viajó este Tesla Model X para enfrentarse con él.
La compañía californiana quería demostrarle al público australiano el potencial de sus coches eléctricos y no se le ha ocurrido una prueba mejor que ésta, tan empírica como espectacular. Los asistentes al acto pudieron presenciar cómo un vehículo de poco más de 5 metros de largo y 2,5 toneladas de peso movía por sí sólo al gigantesco avión, aprovechando los 612 caballos de potencia y los 967 Nm de par máximo de la mecánica eléctrica del Model X P100D, una energía que se transmite a las cuatro ruedas de forma inmediatas.
De esta forma, Tesla demuestra el potencial de su Model X para tirar de remolques algo que por ejemplo en Europa, es el único eléctrico que puede hacer, pues de momento, sólo este coche cuenta con tal homologación.
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