El calor y los desplazamientos largos son protagonistas en estas fechas y por ello debemos prestar especial atención a evitar la fatiga al volante, que produjo el 7,1% de los accidentes mortales en 2010. Son muchos los factores que pueden causar fatiga mientras conducimos aunque los más habituales son la falta de descanso, la deshidratación, el estrés o el consumo de alcohol.
Con el fin de reducir los accidentes por este motivo, RACE, DGT y ANFABRA ponen en marcha la campaña ‘Un refresco, tu mejor combustible’ para concienciar al conductor y evitar los accidentes por fatiga. Destacan tres reglas básicas para que el conductor esté en las mejores condiciones físicas y mentales a la hora de conducir:
- Parar cada dos horas o 200 kilómetros: tras un periodo de conducción largo es necesario parar en un área de descanso o similar para darnos un respiro e incluso echarnos un pequeña cabezada. Si te encuentras cansado, no lo dudes, para.
- Realizar estiramientos de brazos, tronco, piernas y muñecas evita contracturas y lumbalgias. Además ayuda a desentumecer los músculos y evitar que se nos duerman las extremidades durante la conducción.
- Hidratarnos: beber un refresco es clave ya que aparte de no contener alcohol, nos ayuda a mantener la atención y nos da energía gracias a su contenido en glucosa. En estas fechas donde el calor aprieta mantenerse hidratado es un factor muy importante para prevenir la aparición de la fatiga.
El Estudio Europeo de Fatiga y Conducción 2011 ha revelado que los principales síntomas de la fatiga que afectan a los conductores españoles es la somnolencia -un 75% la ha sufrido alguna vez al volante-, la falta de concentración -60%-, la necesidad de moverse en el asiento -81%- o el picor de ojos y parpadeo constante –casi la mitad lo sufre-.
