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Sí, Jonathan Ward recibe mucha tinta, reproducciones de videos y tiempo con Jay Leno. ¿Por qué? Porque su compañía, Icon, sigue produciendo cosas tan sorprendentes como esta: un Mercedes-Benz 300 SEL de 1971 propulsado por un motor V8 de 6.2 litros sobrealimentado LS9 de GM. El LS9 es el motor instalado en el Chevrolet Corvette ZR1 de 2009 y tiene una potencia nominal de 638 caballos de fuerza en el catálogo de GM Performance Parts. El motor está respaldado por una transmisión automática de cuatro velocidades GM 4L85E modificada.
Aquí hay un vídeo de este conglomerado transatlántico con esteroides pasando por algunas carreteras y mostrando sus principales detalles. Y lo cierto es que no suena mucho como un viejo Mercedes.
¿Un engendro o una genialidad?
Ward ha producido esta criatura como parte de su línea de modelos "Derelict" que conserva la apariencia desgastada de los vehículos más antiguos mientras los llena de piezas de rendimiento modernas y agrega ciertos detalles de lujo que van con sus etiquetas de precio de 450.000 dólares (para empezar).
Aunque las series W108 y W109 de las grandes berlinas de Mercedes (construidos entre 1965 y 1972) son reconocidas como la base del épico 300SEL 6.3, no es una estructura con la fuerza para manejar tanta potencia. Después de todo, el gran V8 de 6.3 litros M100 del 6.3 solo tenía una potencia de 247 caballos de potencia cuando el coche salió a la venta en 1968. Asi pues, este LS9 lo supera por casi 400 caballos de potencia.
Así que, como hace Icon con muchos Derelict, ha instalado para este Mercedes un chasis personalizado producido por Art Morrison Enterprises en Fife, Washington, que está equipado con un sistema de suspensión totalmente independiente, dirección de piñón y cremallera, enormes frenos Brembo y un montón de costosos accesorios de acero inoxidable. El nuevo bastidor implicó la rediseñar y desarrollar toda la estructura del vehículo, originalmente construido como unibody, incluido un suelo nuevo.
Quizás el elemento más interesante a nivel estético de este coche son las ruedas de aluminio billet de una pieza equipadas con neumáticos que se aprietan debajo de los guardabarros casi eróticamente. Sí, así es, eróticamente.
Ward es conocido por su atención obsesiva a los detalles intrincados y el 300SEL está repleto de ellos. Nuevas molduras de madera, una especie de megasistema de sonido súper discreto, calentado esto, ventilado aquello, todo está cuidadosamente presente y cuidadosamente escondido.
Estará en el SEMA Show
¿Y cómo de rápida es esta nueva creación mutante? Habrá que ir a la tienda de Jonathan Ward en la verde Chatworth, California para averiguarlo, aunque sí se podrá ver antes en sociedad en el próximo SEMA Show que arranca esta semana.
John Pearley Huffman has been writing about cars since 1990 and is getting okay at it. Besides Car and Driver, his work has appeared in the New York Times and more than 100 automotive publications and websites. A graduate of UC Santa Barbara, he still lives near that campus with his wife and two children. He owns a pair of Toyota Tundras and two Siberian huskies. He used to have a Nova and a Camaro.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
