Damon Hill señaló en declaraciones a Channel 4 News que, en su opinión, resulta "inevitable" que las mujeres lleguen a la cumbre del automovilismo mundial. "Son sólo números, quizás no han sido demasiadas las mujeres que han elegido ese camino y al final alguien demostrará que ellas son igual de buenas que el mejor tipo ahí fuera", explicó. "Las mujeres piloto con las que he hablado no quieren su propia categoría -quieren demostrar que pueden competir con los hombres".

Susie Wolff, que compitió compitió en categorías junior antes de ser seleccionada por Mercedes para el DTM, trabaja en el simulador y en test aerodinámicos para Williams, pero tendrá una oportunidad al volante a finales de este año. "No me veo distinta ni especial, sólo me veo como alguien cumpliendo su pasión, alguien que adora lo que hace y que está haciendo su sueño realidad", afirmó.

"No es que esté en un mundo de hombres; es mi mundo. Siempre trato destacar que corro para mí misma. No compito para demostrar lo buena que puede ser una mujer contra los hombres, compito para mí pero, por supuesto, existe aún mucho sexismo", apuntó Susie. Mientras, otras piloto como Danica Patrick [ganadora de una carrera de la IndyCar n.d.r.] ya han probado que pueden luchar con los hombres en igualdad de condiciones.

Maria-Teresa de Filippis fue la primera mujer en disputar un Gran Premio, mientras que Lella Lombardi sigue siendo la única mujer que ha logrado sumar un punto -en realidad medio- tras acabar sexta en el GP de España de 1975.

Después, sólo unas pocas han podido probar un monoplaza de Fórmula 1. Davina Galica, Desire Wilson y Giovanna Amati no consiguieron clasificarse para correr entre 1976 y 1992, en tanto que Katherine Legge y, más recientemente, María de Villota, tuvieron la oportunidad de realizar tests. Ahora, como piloto de DTM, Susie Wolff se prepara para subirse a un Williams, equipo que actualmente se halla bajo la dirección de su marido.

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