"Hay prejuicios en el mundo del motor, pero creo que poco a poco está cambiando y más mujeres logran llegar", valoró la de Oban, que junto a la española María de Villota, aspira a competir en la máxima categoría del automovilismo mundial. La última mujer que participó en un Gran Premio de F1 fue la italiana Giovanna Amati en 1992.

En este sentido, Wolff, de 29 años, aseguró que hay "mucha gente" en la Fórmula 1 a la que le gustaría ver a una mujer competir como piloto oficial. "Una vez que la primera mujer en mucho tiempo llegue a la F1, creo que se abrirán las posibilidades para que más sigan el mismo camino", pronosticó.

Wolff, cuyas responsabilidades incluyen pruebas aerodinámicas, trabajo de simulador y tests en la pista, acudió a Grove la semana pasada para fabricar el molde de su asiento de cara a la prueba con el coche de 2012 que completará el próximo verano. "Es una oportunidad fantástica, pero hay que andar antes de correr–señaló–. Todavía queda un largo camino hasta conseguir un asiento en la F1. Tengo que ganarme el respeto del equipo y demostrarles que soy capaz".

Sólo cinco mujeres han participado en carreras de Fórmula 1. La que mayor éxito obtuvo fue la italiana Lella Lombardi, que participó en 17 Grandes Premios en los años 70 y es la única mujer que ha puntuado en la categoría –sumó medio punto–. "Creo que es muy importante que si una mujer entra en la F1 sea por méritos propios, o no durará mucho. Tienes que ser lo suficientemente buena o de lo contrario no vas a aguantar ahí", sentenció Wolff.

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