Si quieres sentirte diferente dentro del competido segmento de las tradicionales berlinas de lujo nada mejor que optar por modelos como el Jaguar XE y el Mazda6, que además de ser opciones poco habituales en nuestras carreteras, sobre todo el Jaguar que acaba de llegar al mercado, son alternativas bastante polivalentes, gracias a una buena habitabilidad –principalmente el japonés– y una excelente economía de utilización debido a los evolucionados motores turbodiésel que equipan. Aunque ambos parezcan muy distantes entre sí, tanto por precio como por concepto son perfectamente compatibles como comprobamos tras una semana de 'convivencia' con ambas versiones.

Teníamos ganas de conocer el nuevo XE por tratarse de la opción de acceso a la marca británica, que tras cinco años de trabajo por fin ha visto la luz. Sustituto 'teórico' del X-Type, es bastante más pequeño que el XF, por lo que tiene perfecta cabida en la estructurada gama de Jaguar. En cuanto al Mazda6 supone justamente lo contrario, ya que estamos ante el buque insignia de la marca japonesa. Nació en 2013 y ahora acaba de tener un restyling por el que cobra de nuevo actualidad. Son solo leves cambios estéticos y de equipamiento, pero que dotan de aún más carácter y personalidad al modelo.

¡EN MARCHA!

El Jaguar XE destaca por una configuración bastante diferente en comparación a su rival. Incorpora un mecanismo de tracción trasera, motor colocado en posición longitudinal y un bastidor de aluminio que influye de manera decisiva en su comportamiento dinámico. Este chasis es totalmente inédito y está fabricado en un 70% en aluminio, con un 30% de acero y componentes reciclados, a lo que se añade un equilibrado reparto de pesos, al 50% entre ambos ejes. Según Jaguar, esta estructura es un 20% más rígida que una convencional, pero también más ligera.

En el Mazda6 toda su configuración y carácter gira en torno a la tecnología Skyactiv que busca lograr la máxima eficiencia desde diferentes apartados: peso, consumo, configuración... En el caso del chasis se ha conseguido un 30% más de rigidez y un 8% menos de peso, utilizando para ello acero de alta resistencia, más fuerte y ligero que el convencional y con una geometría específica que en caso de impacto absorbe mejor la energía y por tanto mejora la seguridad pasiva.

Al volante, toda esta tecnología, tanto en el caso del Jaguar como en el Mazda, provoca que el conductor disfrute de buenas dosis de diversión y efectividad dinámica, dado que estamos ante dos de las berlinas del segmento que más transmiten en carretera. Ni el XE ni el 6 son afortunadamente coches anodinos.

Llevados al extremo, el inglés no se muestra tan consonante como su rival principalmente debido a un tren trasero que en conducción rápida se muestra muy 'vivo', algo que para algunos conductores podría resultar un inconveniente para otros supondrá un aliciente, por aquello de realizar una conducción con 'sentimiento'. En este sentido el Mazda es puro equilibrio y más si tenemos en cuenta la posibilidad de contar con un sistema de tracción total.

Por posición de conducción, el XE nos ofrece una buena disposición aunque la habitabilidad total es significativamente menor que en su rival, algo que se aprecia sobre todo en las plazas traseras donde hay menos espacio para las piernas. Además, el puesto de conducción presenta una ergonomía mejorable en la colocación de algunos selectores –por ejemplo el pulsador de las ventanillas–.

BUEN ESPACIO

El Mazda6 en este apartado es más convencional, pero debido al diseño del salpicadero, elevado, los conductores de menos estatura tendrán una menor visibilidad que en su rival. Por contra la habitabilidad es superior, si nos centramos en las plazas posteriores donde hay más espacio que en su rival.

Al volante, toda la tecnología disponible, tanto en el caso del Jaguar como en el Mazda, provoca que el conductor disfrute de buenas dosis de diversión

Tanto Jaguar como Mazda cuentan con versiones gasolina y Diesel, si bien las más habituales son estas últimas. En el caso del inglés el estreno es absoluto, con un motor de la gama Ingenium desarrollado íntegramente por la propia marca. Si bien no es muy silencioso en su funcionamiento y transmite algunas vibraciones, muestra un consumo muy ajustado con cifras por debajo de cinco litros bastante accesibles y una buena elasticidad.

El Mazda recurre al conocido bloque 2.2 –aquí no hay nada de downsizing– pero nuevamente puesto a punto para la ocasión. Se muestra más silencioso que su rival, pero es menos elástico y tiene un consumo algo más elevado, aunque tampoco la diferencia es determinante en este sentido, –apenas un litro de media–. Por último, pero no menos importante, es el equipamiento, más completo de serie en el Mazda y con más opcionales en el XE. ¿Qué prefieres?

- Precio, equipamiento y ficha técnica del Jaguar 2.0 Diesel

- Precio, equipamiento y ficha técnica del Mazda6 2.2 Skyactiv-D

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