Queridos a partes iguales por los jóvenes–su primer coche– y por los adultos–el segundo vehículo de casa–, Peugeot 208 y Seat Ibiza son dos automóviles que han sabido resistir el paso del tiempo gracias a la evolución, a la que están sujetos por obligación si no quieren quedarse anticuados en estos momentos en los que parece que sólo funciona aquello que tiene que ver con un SUV.

Precisamente en este final de 2015, las dos ponen a la venta unos 'nuevos' 208 e Ibiza que, si bien por imagen son prácticamente calcados a sus antecesores, presentan novedades de calado. Por ejemplo, el Peugeot ahora dispone de dos paquetes de personalización que aportan un aire fresco al conjunto –Menthol White y Lime Yellow– o equipamientos como el Active City Brake, que frena de emergencia automáticamente por debajo de 30 por hora, un asistente de aparcamiento asistido o el Mirror Link, capaz de enlazar nuestro smartphone y reproducir en la pantalla táctil las aplicaciones que llevamos en él. En el caso del Ibiza, hablamos de una evolución más significativa en cuanto a diseño ya que en el habitáculo se han adaptado de forma muy acertada elementos del compacto León–volante, pomo, cuadro, mandos auxiliares…–, se rescata la toma USB eliminada en el anterior restyling de 2012 –algo de agradecer– y se ha renovado por completo la consola para adecuarla al climatizador, de manejo más sencillo que antes, y al sistema multimedia, el verdadero protagonista de este 'Ibiza 3.0'.

INTEGRIDAD TOTAL

A esa cuarta generación del Seat se le ha querido dar un toque tecnológico para estar a la altura de sus rivales, como el 208. Recordemos que el Peugeot, desde su lanzamiento en 2012, tenía la posibilidad de reproducir ciertas apps descargables desde un store con las que consultar, entre otros, la situación del tráfico o la meteorología. El navegador integrado también era un punto a favor, funcionaba muy bien y hora en día sigue siendo toda una referencia tanto por la rapidez en el cálculo de las rutas como por su valiosísimo avisador de radares mediante sonidos acústicos y mensajes visuales, siempre activo aunque la navegación esté en un segundo plano, lo que nos puede evitar alguna que otra multa por exceso de velocidad.

El 'nervio' inicial del Puretech permite arrancadas más rápidas

Frente a este dispositivo u otros similares, como el también avanzado R-Link de Renault, lo único que ofrecía Seat era añadir un GPS portátil, que quedaba fijo a través de un soporte, una solución temporal y algo engorrosa de manejar. En este segundo facelift del modelo no hay rastro de aquello y todo está integrado: a través de una cable permitimos que nuestro teléfono con Android o iOS se comunique con el vehículo y reproduzca el escritorio del terminal en la pantalla táctil de 6,5 pulgadas –200 euros–, así como aquellas aplicaciones que tienen un sello de seguridad, que reciben única y exclusivamente las apps que no distraen cuando nos ponemos a los mandos del Ibiza –quedan fuera las redes sociales o Whatsapp–. Esto es viable gracias a la función Full Link–170 euros–, con la que existe la posibilidad de prescindir de la navegación que ofrece Seat por 400 euros y utilizar, en su defecto, Sygic o Google Maps, instalados en el terminal móvil.

SIN MIEDO A LA GASOLINA

Más allá de los gadgets que vuelven locos a los tecnoadictos, Peugeot y Seat han centrado sus esfuerzos en mejorar otras partes de sus utilitarios como son las mecánicas, en parte para cumplir la última normativa de emisiones, la Euro 6, más estricta y respetuosa con el medioambiente. Precisamente por este motivo, los motores gasolina se convierten en una opción real a tener en cuenta frente a los turbodiésel por el agrado que demuestran en conducción, la finura que transmiten a pesar de ser tricilíndricos y lo que realmente interesa en estos momentos: la economía de uso. Sí, porque en el caso del Peugeot es fácil que nuestra media ronde los 5,5 litros a los 100 en ciclo mixto mientras que, en el Seat, es posible bajar de cinco litros con un mínimo cuidado con el acelerador. Y hablamos de 110 caballos, una potencia más que considerable para estos vehículos de 1.100 kilos de peso.

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Esta diferencia que hemos registrado en la autonomía entre ambos viene impuesta por el tipo de comportamiento que tiene el Puretech de Peugeot. Se trata de un propulsor más vivo gracias a un par superior que, además, sale a relucir en un régimen de revoluciones inferior, por lo que el 208 demuestra tener más nervio en cualquier franja de utilización. Pero también vibra más y se deja sentir en el habitáculo de forma notoria en aceleración. Por su parte, el cambio manual de cinco relaciones tiene las tres primeras marchas cortas mientras que las dos finales son más largas. El Ibiza recurre también a una transmisión manual pero de seis relaciones, de excelente escalonamiento para que el bloque vaya siempre bajo de revoluciones y aventaje al Peugeot en materia de eficiencia, perfectamente notable al final de un depósito cuando el Ibiza logra unos 100 kilómetros extra y eso que el tanque del Peugeot tiene cinco litros más.

El Ibiza sorprende por su consumo ya que se acerca al oficial

DIFERENTE COMPORTAMIENTO

Mientras que en el 208 no ha habido modificaciones en el tarado de la amortiguación o en la repuesta de la dirección, en el Ibiza sí y son cambios importantes, enfocados al confort, algo que se echaba en falta ya que este Seat sigue teniendo ese puntito deportivo que lo diferencia de sus 'hermanos' Volkswagen Polo y Skoda Fabia y que en ocasiones perjudica la comodidad. De hecho, la reprogramación en la dirección hace más agradable manejar el volante en ciudad alejando la imagen de 'pesadez' de antaño y los amortiguadores cuentan con un reglaje que absorbe mejor las imperfecciones viarias, incluso con los neumáticos opcionales que equipa nuestra unidad de pruebas, en medida 215/45 con llanta de 16 pulgadas.

El Peugeot se 'contenta' con unas ruedas de menor anchura –205– e idéntico perfil, eso sí, con una pulgada más –17–. Muy atractivas, vienen de serie en el acabado GT Line, inédito hasta el momento, en el que se incluyen igualmente los paragolpes exteriores modificados, los pilotos de led y los asientos de corte deportivo con tapicería específica por lo que, en conjunto, sale a relucir el lado más desenfadado del 208 aunque a un precio exagerado –desde 19.480 euros, descuentos al margen–, asemejándose de esta forma a la esencia del GTi de 208 caballos.

SE HACEN MAYORES

Más allá del aspecto, 208 e Ibiza nos terminan de conquistar cuando analizamos sus equipamientos, que bien podrían ser de coches de un segmento superior al llevar de serie o con sobrecoste sensores de parking delanteros y traseros, cámaras de visión posteriores, asistentes de aparcamiento, cajas de cambio automáticas o frenadas de emergencia en líneas generales, aunque el 208 cuenta con climatizador bizona y hasta conexión a internet vía Wi-Fi por citar dos detalles, mientras que el Ibiza añade la suspensión regulable en dos posiciones –sólo en el FR– y hasta iluminación en los pies por led.

- Precio, equipamiento y ficha técnica del Peugeot 208 1.2 Puretech S&S; 110CV

- Precio, equipamiento y ficha técnica del Seat Ibiza 1.0 Eco TSI S&S; 110CV

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