El auge de los todocamino ha supuesto una importante pérdida de peso del mercado de las berlinas medias, aunque las marcas no cejan en su empeño por mejorarlas constantemente. Tanto Ford como Opel y Peugeot han renovado sus opciones en este segmento con sus respectivos Mondeo, Insignia y 508.
De los tres el último en llegar ha sido el Ford, que va un paso más allá en diseño y equipamiento e incluye una inédita plataforma que compartirá con el futuro S-Max con un tren trasero multibrazo rediseñado para mejorar el la dinámica. Además, con 4,87 metros se convierte en el más largo de los tres rivales. Por su parte, la alemana VW no se ha quedado atrás, lanzando el Passat más tecnológico de la historia del cual te ofrecemos una completa prueba en este mismo número.
Desde su llegada al mercado en 2008, el Insignia ha sufrido ligeras actualizaciones que lo han erigido entre los más vendidos del segmento. La última –presente en la prueba– no ha recibido grandes cambios, tan solo leves modificaciones en el frontal y trasera y sobre todo en el equipamiento, que puede llegar a ser muy completo y sobre todo tecnológico, por encima de sus rivales en este apartado. El interior también estrena cambios en su diseño. Por su parte Peugeot, sobre la base del 508 de 2011, ha llevado a cabo un restyling que incluye una nueva calandra, y faros rediseñados que permiten albergar lámparas de leds para todas sus funciones. Asimismo, la versión probada monta la denominación BlueHDi que prima un consumo contenido junto con un bajo nivel de emisiones de CO2, gracias en parte a la utilización de un aditivo con urea que permite un bajo nivel de contaminación.
El objetivo es lograr vehículos con buena economía de uso y que permitan acometer viajes con comodidad y bajo coste, algo para lo que cualquiera de estos tres rivales está sobrado, aunque con diferencias apreciables.
Cualidades dinámicas
En carretera el Mondeo destaca por el tacto fantástico de todos los mandos, excepto el cambio de marchas, con unos recorridos de palanca largos aunque precisos. Por su parte la agilidad podría calificarse de impropia si tenemos en cuenta el tamaño del vehículo, algo en lo que ha influido de manera decisiva el nuevo esquema de suspensión trasera. El aplomo es sensacional, gracias a una equilibrada puesta a punto de las suspensiones y a un tacto de dirección agradable y que transmite buen feeling. Asimismo, el Mondeo es cómodo y muy estable, incluso aunque el asfalto no esté en buenas condiciones y se encuentre deteriorado permite mantener la trayectoria, todo ello además sin recurrir a la suspensión adaptativa CCD.
El bloque ofrece un nivel de prestaciones suficiente, es potente y funciona con suavidad, sobre todo si lo comparamos con el CDTI de Opel. Ya desde 2.000 revoluciones pone a nuestra disposición una generosa cifra de potencia, con unos desarrollos de cambio más cerrados que los rivales, lo que permite mantenerlo en la zona ‘aprovechable’ con más facilidad.
Con un coeficiente aerodinámico Cx de solo 0,25 y un motor ciertamente muy frugal, el Insignia tiene una economía de uso imbatible, pero a costa de unos desarrollos de cambio largos que penalizan las prestaciones, sobre todo si el trazado de la vía obliga a realizar cambios de ritmo. Es en el capítulo de las recuperaciones donde se aprecia más esta característica, ya que el motor empuja con decisión una vez que insertamos una marcha inferior.
Para esta versión 2015 del Insignia Opel ha tratado de lograr un mayor refinamiento en el funcionamiento del bloque, algo que ha conseguido solo en parte, aunque el trabajo llevado a cabo sí se aprecia si comparamos el tacto que ofrece con el Insignia de la anterior generación. Como hemos comentado el consumo es una de las cualidades de este propulsor, aunque alcanzar las cifras oficiales es prácticamente una quimera, pero registros de consumo de entorno a cinco litros de media son ciertamente alcanzables y eso sin olvidar que estamos ante una berlina de 4,8 metros de largo y 1.600 kilos de peso.
¿Quieres más?
Opel ofrece en opción –866 euros– la suspensión adaptativa FlexRide, un componente muy recomentable que con tres posiciones de uso –Normal, Sport y Tourer– permite adaptar el comportamiento a las condiciones de uso. En el modo Sport el Insignia es más dinámico, si bien en ningún momento ofrece un tacto extremo, sino más bien bastante ‘aburguesado’ y con un enfoque orientado hacia el confort. Por ello, en condiciones ‘normales’ el Insignia va un paso más allá en sus cualidades ruteras gracias a una apreciable mejora en la insonorización y el aislamiento.
Avances apreciables
Si bien hasta ahora el Peugeot 508 no estaba entre las berlinas que mejor filtraba la carretera, la nueva puesta a punto en esta generación ha supuesto un avance significativo. Ahora la respuesta dinámica es bastante más ágil en curva y precisa en recta, aunque por ejemplo el Mondeo aisla mejor del ruido procedente del exterior.
Asimismo, el 508 ha ganado en tacto deportivo gracias a una suspensión más dura y a una dirección –electrohidráulica– con un tacto firme y que transmite más. El motor, por su parte, sustituye al anterior de 140 caballos y adopta la denominación Blue HDi que le permite ganar en eficacia –se pueden lograr consumos de 5,5 litros de media sin demasiado esfuerzo–, todo ello sin unos desarrollos tan largos como los del Insignia que penalicen las recuperaciones y con una entrega de potencia también más lineal y además desde un régimen de giro inferior.
En definitiva estamos ante tres berlinas que si bien no siguen las últimas tendencias del mercado en cuanto a modas son auténticas ‘devoradoras’ de kilómetros a bajo coste.
Precio, equipamiento y ficha técnica del Opel Insignia 2.0 CDTI 140 CV
Precio, equipamiento y ficha técnica del Peugeot 508 2.0 BlueHDi 150 CV
Precio, equipamiento y ficha técnica del Ford Mondeo 2.0 TDCi 150 CV
