El diccionario de siglas y denominaciones para los nuevos modelos de apariencia distinta a lo que son es cada vez más extenso. En esta comparativa tenemos un verdadero todocamino que nació con variantes de tracción total y que poco a poco ha ido ofreciendo versiones más ‘descafeinadas’ para adaptarse a los gustos del mercado y que no es otro que el Tiguan; el 3008, un modelo a caballo entre un monovolumen y un todocamino pero que sólo ofrece la tracción total eléctrica en su variante híbrida; finalmente, el rey de los últimos años, el Qashqai, que en su segunda generación está mucho más cerca de un turismo que de un off road.

Tres estilos, mismo resultado

Eso es lo que podríamos decir en cuanto a aprovechamiento interior de estos tres vehículos. La ligera ventaja es para el Tiguan por su mayor altura interior y longitud total, que ofrece algo más de sensación de amplitud y un maletero unos 35 litros mayor que el de sus rivales. En el Qashqai y el 3008 las cosas están muy parejas en cuanto a espacio con el metro en la mano, pero el en el Peugeot, debido al diseño interior y a su voluminosa consola central, la percepción general es que tenemos menos espacio.

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En cuanto a calidad percibida de materiales y estilo, el Qashqai no deja de sorprendernos, seguido muy de cerca por el 3008, con una presentación espectacular y unos plásticos y acabados muy agradables a la vista y el tacto. El Tiguan hace gala de su robustez y calidad, pero no es nada vistoso, sobre todo, porque se notan los años y su salpicadero era ‘heredado’ del anterior Golf Plus, que poco tiene que ver con los que lucen los últimos Volkswagen.

Motores Diesel asequibles

Cinco caballos separan a estos rivales en este duelo de bloques de gasóleo de menor potencia disponibles en sus respectivas gamas, pero tremendamente eficaces teniendo en cuenta que deben mover vehículos más grandes y pesados de lo habitual. Los rendimientos, cronómetro en mano, son casi idénticos a pesar de que las diferencias en cilindrada son notables. El Tiguan saca partido de su ventaja en cubicaje con sus dos litros obteniendo la potencia a un régimen muy bajo y más par al mismo régimen que sus competidores, lo que ofrece la sensación de que ‘anda más’. El Qashqai y el 3008 están muy cerca, pero sorprende especialmente el Nissan por su buena respuesta a cualquier régimen y baja sonoridad a pesar de ser el de menor cilindrada y no el más potente, pero el motor 1.5 dCi de origen Renault siempre nos ha dejado buen sabor de boca.

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En cuanto a consumos reales la ventaja, aunque por poca diferencia con sus adversarios, vuelve a ser para el Nissan, con un gasto sorprendentemente bajo. Las cajas de cambio manuales funcionan a la perfección y están bien adaptadas a las características de los propulsores, con la ‘pega’ ya generalizada en la mayoría de los modelos actuales de una sexta demasiado larga, diseñada para conseguir unos consumos muy bajos. El único que ofrece cambio automático opcional –el recién estrenado ETG6 de embrague robotizado– es el Peugeot.

Suspensiones y pulgadas

En cuanto a los bastidores, las pequeñas diferencias vienen definidas más por el tipo de neumáticos utilizados que por los sistemas empleados en la suspensión. El Tiguan es el único con suspensión trasera independiente, mientras que el Qashqai y el 3008 utilizan ejes torsionales semi-independientes. En el Peugeot y el Volkswagen encontramos llantas de 18 pulgadas –de serie en el galo y opcionales en el alemán– con unos perfiles muy de asfalto y casi de berlina deportiva. El Nissan es el único que llevaba llantas de 17 con un perfil 60, mucho más adecuado a las características del vehículo y de su motor.

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A esto hay que añadir que el Peugeot tiene la suspensión más dura de todo el conjunto, con lo que su tacto general es el más ‘vivo’, apoyado también en una dirección bastante rápida, con 2,8 vueltas entre topes. El Volkswagen también está cerca del francés en cuanto a tacto deportivo y agilidad, además de ser el que menos trabajo exige sobre el volante, con 2,7 vueltas totales y un radio de giro más reducido a pesar de ser el más largo.

Una vez más el Qashqai se muestra como el más equilibrado, cómodo pero con un buen tacto, con la agilidad de un turismo compacto y unos reglajes que contienen a la perfección los balanceos, además de ser el de menor altura total. Sin duda sus neumáticos también tiene mucho que decir al ser los de mayor perfil y menor anchura total, aunque su dirección es la que exige más movimiento de brazos por parte del conductor, con más de tres vueltas totales.

En precio, ventaja nipona

Como suele suceder con los coches que nos ceden para las pruebas, su equipamiento es muy completo, en especial en el Nissan y el Peugeot. Teniendo en cuenta el precio final –sin descuentos ni promociones– y el equipamiento, la ventaja clara es para el Nissan por la gran cantidad de elementos que lleva de serie en el acabado N-TEC. Además es el único de su segmento que puede incorporar los últimos gadgets de ayuda a la conducción. El Peugeot no anda lejos, pero su precio es mayor aunque ofrece dispositivos como el Head Up Display que no tiene ninguno de sus rivales. Como buen alemán el Volkswagen dispone de mucho equipamiento, pero a base de opciones que encarecen de forma significativa el coste final.

Precio, equipamiento y ficha técnica del Nissan Qasqai 1.5 dCi N-Tec

Precio, equipamiento y ficha técnica del Peugeot 3008 1.6 HDi Allure

Precio, equipamiento y ficha técnicadel Volkswagen Tiguan 2.0 TDI T1

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