Estrategia comercial o fortuna, Audi fue uno de los primeros fabricantes del mundo –junto a Subaru con su Outback y a Volvo con su XC70– en trasladar el concepto SUV hasta el segmento de los familiares, en un acierto pleno. Fruto de aquello nació el A6 Allroad de primera generación, un vehículo muy codiciado incluso en el mercado de segunda mano actual. Años después copió la idea sobre su familiar medio A4 Avant, el modelo presente en esta comparativa y que recibió un ligero restyling y actualización tecnológica a finales de 2011, llegando al mercado a principios de este año.
Peugeot, por su parte, sigue el ejemplo de la marca germana con su berlina 508 y comercializa el modelo tecnológicamente más avanzado de su historia. Se trata de una variante SUV del 508 familar, pero que bajo su atractiva carrocería ‘tuneada’ de todoterreno esconde un esquema híbrido propulsor compuesto por un Diesel HDi de 177 caballos y otro eléctrico de 37.
Pero lo curioso es el funcionamiento, pues mientras el bloque térmico impulsa las ruedas delanteras, el eléctrico hace lo propio con las posteriores. Para su manejo, el conductor dispone de una ruleta junto al cambio que le permite elegir entre cuatro modos de tracción: automático –Auto–, eléctrico –ZEV–, 4x4 –4WD– y Sport. En estos dos últimos modos, ambos propulsores entregan toda su potencia simultanemante; en un de los casos para funcionar como un 4x4 y ganar en capacidad de tracción y en el otro para mejorar en prestaciones –fundamentalmente aceleración y recuperaciones–.
Con pinturas de 4x4
En contra de lo que puede parecer el sistema no es nada complicado y funciona de manera muy racional y sútil, de forma que los ocupantes deben estar muy atentos si quieren saber qué bloque nos impulsa en cada momento, pues la marca gala ha hecho de la suavidad una virtud en este automóvil. Además, se acompaña de un cambio de marchas de tipo ‘manual’ pero de funcionamiento robotizado, que actúa como un automático a todos los efectos.
Prescindiendo de los atractivos aditamentos estéticos, el Audi no deja de ser un A4 Avant con tracción integral quattro al que se le ha elevado ligeramente la carrocería y se le han protegido los bajos, con un sobreprecio respecto a la variante no Allroad en torno a los 2.000 euros. Su sistema de tracción integral es más convencional, enviando en condiciones normales el 60% de la potencia al eje posterior, cifra que en condiciones extremas puede alcanzar el 85%. Además cuenta con una posición del ESP denominada Off Road que activa un modo más permisivo de funcionamiento para ayudarnos a circular por zonas de adherencia precaria.
Como cabe esperar, ninguno de los dos vehículos está diseñado para rodar en condiciones extremas ni sobre pistas muy rotas, sino que simplementen tienen un plus de tracción para transitar sin problemas sobre barro y nieve con total seguridad, aportando además el toque de exclusividad de su atractiva y elegante pero desenfadada imagen campera.
Pero es en autopistas donde ambos dan el ‘do de pecho’, pues son verdaderos virtuosos del asfalto para viajar en familia. En los dos casos mantienen unos cruceros de velocidad muy elevados con total comodidad para los ocupantes, y en estas circunstancias el Peugeot hace valer su esquema híbrido de propulsión en forma de unos consumos inferiores que los de su rival. Pero esta diferencia de consumo se acentúa aún más a medida que incrementamos nuestros recorridos urbanos o en carreteras sinuosas, donde la unidad eléctrica puede colaborar con el Diesel de forma más eficiente.
Al volante es necesario aconstumbrarse al elevado nivel de retención que ofrece cuando levantamos el pie del acelerador, maniobra que aprovecha para recargar las baterías. Usar todas las virtudes del modelo requiere desde luego de una concienciación por parte del conductor y de una alteración en sus hábitos al volante, pues debemos tener un pie derecho tan delicado y sútil con el acelerador como el de una bailarina para no disparar los consumos.
Por último, en mano de cada uno y sus prioridades queda el hecho de optar por entrar en el mundo premium de la mano de Audi o adquirir un vehículo con una carga tecnológica y un nivel de equipamiento mayores a un precio ligeramente inferior.
