Aunque en Europa no es tan conocido como en Estados Unidos y Japón, el Lexus ES es, junto con el majestuoso LS, el modelo con más historia de la marca japonesa. Ambos nacieron cuando el fabricante vio la luz en 1989, pero tardaron en llegar a nuestras carreteras tanto que en el caso de este ES, el desembarco no se produjo hasta 2018 y ahora se presenta con aires renovados y retrovisores digitales, tal y como te anticipamos en su día.

Estamos, por tanto, ante la séptima generación de este modelo pero la primera que se comercializa aquí, en lugar del desaparecido GS. Como éste, roza los 5 metros de largo y juega en la liga de los Audi A6, BMW Serie 5, Mercedes Clase E, Jaguar XF y Volvo S90. Dada su juventud, Lexus no ha considerado necesario renovar su aspecto, ni el motor híbrido de la variante ES 300h que se comercializa en España. Entonces, ¿qué cambia?

Retrovisores digitales

La respuesta te la hemos adelantado ya. El Lexus ES 2021 estrena retrovisores digitales, pero solo en su acabado más alto, el Luxury, donde forman parte del equipamiento de serie, mientras que el resto de terminaciones –ECO, Premium y F Sport– siguen apostando por los retrovisores clásicos, es decir, con espejos y sin cámaras.

lexus es 2021 imagen oficial
Lexus//Car and Driver
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Este sistema utiliza dos cámaras situadas en el lugar donde irían los retrovisores. Ocupan menos superficie que los espejos, son plegables, están dotadas de un sistema de calefacción para evitar que se empañen y están protegidas de la lluvia. Todo lo que graban se proyecta en dos pantallas interiores que están situadas justo en la base de los pilares A, en la unión con el salpicadero. Lo cierto es que estos paneles digitales llaman mucho la atención porque no están integrados en el diseño interior, pero también es verdad que quedan en una posición muy natural y requieren menos tiempo de adaptación que otros coches.

preview for Conducimos el Lexus ES 300h 2021: Cámara… ¡y acción!

Según como se mire

De la misma manera que en los otros modelos disponibles con retrovisores digitales, tales como el Audi e-tron y el Honda e, al principio cuesta habituarse a la falta de espejos. Lo normal al llevar a cabo cualquier maniobra es dirigir la vista al exterior, pero ahí sólo encontramos dos cámaras. En cuestión de minutos, la acción de mirar a las dos pantallas interiores antes de maniobrar se vuelve natural e intuitiva porque no obligan a bajar mucho la cabeza, como sí sucede con el eléctrico de Audi.

También cuesta un poco acostumbrarse a medir las distancias. Con los espejos, la percepción de profundidad es más real, mientras que, con los retrovisores digitales, hay que hacerse a las distancias, si bien es fácil ‘pillarles el truco’ porque el espejo interior ayuda a comparar y a entender si lo que vemos por las pantallas está más cerca o más lejos de lo que parece.

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En cualquier caso, el periodo de adaptación a los retrovisores digitales es corto porque funcionan muy bien; los paneles digitales proyectan una imagen nítida en cualquier situación, incluso en días lluviosos como en el que llevamos a cabo la prueba del coche. Lo que no tuvimos es oportunidad de ver cómo funcionan por la noche, aunque en el recorrido que hicimos pasamos por varios túneles y el funcionamiento seguía siendo correcto, sin deslumbramientos por los faros de otros vehículos y con un buen nivel de claridad.

Requieren de cierta adaptación, pero aportan grandes ventajas en condiciones de baja visibilidad

Por supuesto, este sistema mantiene el aviso de ángulo muerto, pero lo mejor de todo es que lo reduce casi por completo porque cuenta con una función de zoom automático para ampliar notablemente el campo de visión. Este autozoom se pone en marcha cada vez que utilizamos el intermitente, de manera que en los cambios de carril tenemos más certeza de todo lo que se encuentra detrás de nosotros. También funciona al meter marcha atrás para facilitar las maniobras de aparcamiento, así como al abrir la puerta para ser conscientes de que no se aproxima otro vehículo, incluso un peatón.

Lexus ES - fotos
lexus es 2022

¿Es un acierto? Para los amantes de la tecnología, sin duda. Hoy por hoy, el Lexus es el tercer coche del mercado que incorpora retrovisores digitales y lo cierto es que su funcionamiento es intachable. Es previsible que en los próximos meses lleguen más modelos sin espejos retrovisores, al fin y al cabo, los digitales suponen una mejora a nivel aerodinámico, de diseño y de seguridad, ya que su visión no queda alterada por factores externos, como la lluvia o el polvo. Por este motivo, no cabe duda de que Lexus ha dado un paso en la dirección correcta, adelantándose a casi todos los fabricantes y teniendo más margen de mejora que ellos.

¿Son necesarios? Como mucha tecnología, no se antoja imprescindible, pero también es verdad que no ha habido muchos avances en materia de espejos retrovisores y ya era hora de avanzar en este sentido porque todo lo que implica una mejora de seguridad, siempre es bienvenido. Si además funcionan bien, la ecuación es redonda. Eso sí, no se puede pasar por alto su diseño. Lexus cuida mucho el aspecto de sus coches, tanto por fuera, como por dentro, y el ES no es una excepción.

Asignaturas pendientes

Desde el punto de vista estético, los retrovisores digitales quedan bien en el exterior, incluso mejor que los espejos, pero rompen con la armonía del diseño interior y con la limpieza de las líneas del salpicadero. Está claro que en la marca nipona han optado por la función antes que la forma porque las pantallas están bien planteadas, por tamaño y posición, pero no quedan bien integradas. Veremos si este problema se resuelve cuando llegue el rediseño del Lexus ES, de momento, queda en la lista de asignaturas pendientes, como el Touchpad que sirve para manejar el sistema de infoentretenimiento, que sigue sin ser tan intuitivo y cómodo como una pantalla táctil, sobre todo, a la hora de utilizar la conectividad a través de Apple CarPlay y Android Auto.

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Más allá de los retrovisores digitales, el Lexus ES 300h no cambia y sigue destacando por su elevado confort de marcha, sobre todo por lo bien insonorizado que está y el espacio disponible en las plazas traseras. Ambas cualidades hacen de esta berlina una de las alternativas más interesantes para viajar. Al volante es un coche muy cómodo pero más ágil de lo que aparentan sus 4,97 metros de largo y, gracias al conjunto híbrido de 218 caballos, se mueve bien y con un consumo muy contenido, firmando medias de unos 5,5 litros/100 kilómetros y rodando en completo silencio en buena parte de los trayectos urbanos. La única pega a nivel dinámico se encuentra en la transmisión CVT, que también requiere cierto periodo de adaptación debido a su particular funcionamiento.

Cuatro acabados, sólo uno sin espejos

Tampoco hay novedades en el apartado de precios. El Lexus ES 300h está a la venta desde 47.900 euros –financiado y con descuentos parte de 44.200 euros– con una completísima dotación que incluye, entre otras cosas, faros de led, llantas de 17 pulgadas, asientos delanteros eléctricos y tapicería de cuero. El siguiente nivel de la gama es el Premium, que arranca en 52.900 euros; por encima está el F Sport, de aspecto más deportivo y con un precio de partida de 65.700 euros. El tope de gama es el Luxury, con los retrovisores digitales de serie –en el resto no están disponibles ni como opción– y un precio base de 72.200 euros.

A favor: Confort de marcha. Consumo. Calidad interior. Espacio en plazas traseras.
En contra: Diseño de las pantallas de los retrovisores digitales. La pantalla central no es táctil. Cambio CVT.