Una nube sigue pendiendo sobre el futuro del Gran Premio de Alemania. Los problemas de Nürburgring significaron que no hubo carrera en Alemania el año pasado, y parece poco probable que la pista sea capaz de reanudar su acuerdo como la alternancia de Hockenheim para de 2017.

"2017 es el turno de la Nürburgring", dijo el jefe de pista de Hockenheim, Georg Seiler, a la agencia de noticias DPA después de que a Hockenheim regresara la Fórmula 1 el pasado fin de semana. Seiler había apuntado a una multitud de al menos 60.000 espectadores para este domingo para asegurar al trazado de Hockenheim, pero la cifra final fue de alrededor de 57.000 asistentes.

"En el lado positivo se vendieron más entradas que en el año 2014 por lo que la tendencia es correcta", ha seguido precisando al diario Stuttgarter Nachrichten. "Ya tenemos un contrato para el 2018 y lo cumpliremos. Luego ya veremos", agregó Seiler.

"Una gran cantidad de agua fluirá por el Rin antes de 2019", confesó seguidamente. Pero ¿qué pasa con el 2017? Seiler dijo que "todo es posible", pero sólo si no hay un "riesgo" de que Hockenheim no quede con facturas pendientes de pagar. Y lo dicho, va para el 2019 y más allá también.

"La Fórmula 1 debe quedarse en Hockenheim, pero el futuro contrato debe ser uno donde no haya ningún riesgo", ha apuntado Seiler a la página web alemana motorsport-magazin.com. "Hay muchas personas dentro del tren de suministro de la F1 que hacen dinero. No puede ser que proporcionemos el patio de recreo para que los demás ganen dinero", ha añadido.

Mercedes ya ha apoyado al circuito a través de la publicidad y la comercialización del evento. "Estaría feliz si Mercedes quisiera seguir con nosotros como compañeros. Yo también pienso en todos los proveedores y en las otras empresas que son también parte del negocio en su conjunto", agregó Seiler.

Hasta el trazado de Sachsenring ha saltado a la palestra, aunque esta pista ya organiza de manera regular el Campeonato del Mundo de Motociclismo. Por tanto, quizás no haya GP de Alemania en 2017 viendo la perspectiva económica por la que atraviesan los circuitos, sobre todo, en Europa. Y es que organizar un evento así, es como una patata caliente que nadie quiere, y que todos desean a la vez.