Tras el cambio normativo que trajo la Formula 1 en la temporada 2014, la situación cambió de manera radical. Los coches son diferentes, así como las carreras y la concepción de la competición tanto por parte de equipos como de ingenieros.

Pero esta modificación no generó los resultados deseados y tras unos pocos meses, el espectáculo ha seguido cambiando y reduciendo su atractivo, según muchos. Las nuevas regulaciones de 2017 buscan darle un giro radical al Gran Circo de nuestros días.

Uno de los críticos de la actual normativa es Gerhard Berger, pues considera que todo es ahora excesivamente complejo de entender en la categoría reina. "A todos nos gusta que la victoria se dispute entre cuatro pilotos y que no acabe en una discusión sin final al día siguiente sobre un estúpido problema de neumáticos. El error se ha producido debido a la precisa ejecución y definición de las reglas, pero la medición de un neumático no debería ser el principal tema de un fin de semana. Las reglas son complejas y hay especialistas en los equipos que se encargan sólo de buscar lagunas en el reglamento", apunta Berger.

El austriaco ve a un claro responsable de esta situación, el organismo legislador de la competición, la FIA, pues considera que la Federación no está haciendo las cosas de la manera correcta. "Mis críticas se refieren a la FIA, a los que escriben las reglas, deberían hacerlas lo más precisas que puedan para evitar que los equipos puedan encontrar esas lagunas. Sé que la gente que las escribe es muy buena, pero me parece que algunas veces los árboles no les dejan ver el bosque. Están intentando tratando de facilitar la competición, como por ejemplo con el ala trasera ajustable, pero luego quieren reglas contemporáneas con los sistemas híbridos y dicen que no puedes desarrollarlas, me parece que todo no encaja", completa.