Sebastian Vettel afronta la carrera de Austria como una nueva oportunidad de poder luchar con los Mercedes por las posiciones de privilegio en la carrera, un hecho que no pudo realizar en el pasado GP de Canadá. Unos problemas en la gestión de energía de su monoplaza mermaron en gran medida la entrega de la potencia, y provocaron que por primera vez en la temporada quedara fuera de la segunda ronda de la sesión de clasificación. Por suerte fue un problema al que pudieron dar rápida solución y que no le impidió colocar todo el potencial del Ferrari en pista y escalar hasta la quinta posición.

Pese a su gran actuación, el campeón alemán reconoce que todavía hay una gran distancia con Mercedes, que lejos de menguar sigue creciendo, y que les hace complicado luchar por algo más que la tercera posición.

"Idealmente siempre intentamos luchar por las victorias. Sé que tengo un gran paquete para este año, así que si todo va como debe deberíamos estar un poco más arriba, especialmente en el domingo, en este fin de semana. Pero también tenemos que ser realistas. Para desafiar a Mercedes sabemos que, primero de todo, necesitamos tener un fin de semana perfecto, y esperar a que tengan algunos problemas, bajo condiciones normales será muy complicado vencerles porque siguen siendo los favoritos y hay una gran brecha que cerrar

El tetracampeón ha reconocido el gran trabajo que ha realizado el equipo durante los pasados meses, un hecho que le sirve para mirar al futuro con optimismo: "Pienso que hemos hecho un trabajo increíble, especialmente si miras donde estábamos en los test de pretemporada y donde estamos ahora. No es fácil reducir la distancia porque Mercedes es un gran equipo y obviamente también están mejorando. Introdujeron una nueva versión del motor en Canadá, así que siguen haciendo progresos, pero nuestro objetivo es realizar un mayor desarrollo y finalmente cerrar la brecha, así que espero que en la segunda parte de la temporada podamos estar más cerca", ha concluido.