La Formula 1 atraviesa una fase de indecisión tras la revolución que supuso la temporada 2014, pues poca gente está satisfecha con el actual formato y la nueva visión de las carreras que se desarrolla en la actualidad. Ante esta situación, los equipos empiezan a buscar nuevas formulas de desarrollo de la categoría, mucho más saludable y viable desde el punto de vista económico y que, sobre todo, devuelva la acción y la imprevisibilidad a las carreras.

En esta tesitura, Max Mosley lanzó una idea basada en un reglamento libre, con posibilidad de desarrollo, acompañada de una reducción de costes, una idea del gusto de la máxima dirigente de Sauber, la hindú Monisha Kaltenborn.

"Como equipo siempre hemos dicho que un límite presupuestario es la única vía sensata que podemos tomar. Te lleva a una zona mucho más saludable de cuánto debería ser gastado el dinero. Max ha hecho lo mejor que puede hacer para llevarnos al desafío técnico y de ingeniería. No creo que haya otro concepto de cómo te podría permitir maximizar esta parte, que es la esencia de la Formula 1, porque trata sobre las carreras, pero la ingeniería también es importante", ha dicho.

Así, Kaltenborn considera que la idea de Mosley es bastante acertada y que su papel en el pasado ha tenido una gran influencia en el desarrollo de la Formula 1 actual: "Max trajo el límite presupuestario en 2009 y curiosamente los fabricantes cogieron esa idea más tarde. Vieron la necesidad de llevar al deporte a un nivel donde fuese financieramente saludable, lo que supuso la base para el Acuerdo de Restricción de Recursos", ha proseguido.

La responsable de Sauber ha indicado que la categoría necesitaba una profunda revisión, la cual ha equiparado a la célebre Revolución Francesa: "Max ha expresado una idea buena e interesante, y necesitas diferentes visiones en la Formula 1 actual. Este tipo de idea muestra que quizás necesitemos una especie de Revolución Francesa en el deporte, porque esto fue al tiempo también sobre libertad e igualdad", ha finalizado.