El cambio de rumbo en la Fórmula 1 no sólo es necesario, sino que es urgente. Las dificultades económicas por las que están pasando equipos como Sauber hacen inviable un Gran Circo como el actual y en eso está de acuerdo el ex piloto Alex Wurz, presidente de la Asociación de Pilotos, que respalda a la formación de Hinwill en fijar un límite presupuestario de cara al futuro.

Gran parte del paddock está de acuerdo en aumentar la potencia del motor y hacerlos más ruidosos a partir de 2017, pero siempre y cuando los costes no se eleven, sino todo lo contrario. "Estoy muy de acuerdo con Sauber. Para asegurar la sostenibilidad, debe haber una limitación de costes en cuanto a la normativa de los motores. El coste anual de la unidad de potencia debe tener un límite", insiste Wurz.

Cosworth es otra de las empresas que salió perjudicada con este cambio de rumbo y el ex mandatario del suministrador de motores ya advirtió en su momento que este deporte debía controlarse. "Esto es lo que Cosworth propuso en 2010-2011, cuando la nueva normativa se estaba desarrollando. Ninguno de los fabricantes estaba interesado", desvela Marcos Gallagher, el ex jefe de este proveedor.

Gallagher critica también a los equipos, que tampoco hicieron nada para evitar este descalabro. "Los costes y el sonido del motor se fijaron a principios de 2011. ¿Los equipos? Ninguno entró en detalles. A Bernie (Ecclestone) no se le consultó nada sobre los precios de las unidades de potencia. No tiene nada que ver con él", defiende el ex líder de Cosworth.