Tres equipos pequeños han propuesto un cambio de reglas para conseguir que el concepto de "semiconstructores" sea algo legal. La firma multinacional de consultoría McKinsey está examinando, desde hace poco, las finanzas de los nuevo equipos, a raíz de que una parte de la parrilla, los pequeños, desean recortar costes y argumentan que es posible. La última ronda de reuniones internas con la Fórmula 1 demostró que, al menos, entre los conjuntos más poderosos, no hay predisposición para un cambio radical.

"McKinsey habló con todos los equipos de Fórmula 1, Sauber incluido, de parte de la FIA. Como parte de esta entrevista, revelamos información muy detallada y sugerencias a las que habíamos llegado en el pasado junto con Lotus y con Force India. Había propuestas muy concretas en áreas en las que vemos posibilidad de ahorro", confirmó la jefa de Sauber, Monisha Kaltenborn, al periódico suizo Blick.

De acuerdo con la publicación alemana Auto Motor und Sport, la propuesta principal era que a equipos como Sauber, Force India y Lotus se les permitiera aportar sus recursos y convertirse así en “semiconstructores". Compartirían su diseño, el túnel del viento y los costes de fabricación para producir un coche estándar, y luego, de manera separada, lo desarrollarían y pilotarían con él.

El periodista de negocios de la F1, Michael Schmidt, asegura que los equipos grandes rechazaron la idea. Sin embargo, Kaltenborn insiste en que hay maneras muy obvias para que la F1 reduzca sus costes. La de Sauber indica que el único obstáculo son los grandes fabricantes, por lo que no se encuentra muy optimista con respecto a que se vaya a encontrar una solución pronto.

"No quiero especificar un número, pero está claro que podemos todavía dar un buen espectáculo con mucho menos dinero. Si observas la tendencia de los últimos años, no puedes contestar de manera afirmativa a esta pregunta", finalizó Monisha.