Si algo ha demostrado Daniel Ricciardo en este 2014 es su fortaleza interior escondida bajo un manto de felicidad extensa junto a una gran velocidad en pista, por lo que pocos apostaban hace un año. Siguiendo en dicha línea, el piloto de Red Bull confirma que está preparado para liderar a la escudería austríaca después de que Sebastian Vettel estuviera a bordo de coche de las bebidas energéticas desde 2009.

"El peso de las expectativas no me va a afectar", aseguraba Ricciardo, "pero la realidad es que ahora puedo ganar. Vamos a decir que la gente sabe que tengo la mercancía. Así que si voy sexto o séptimo cuando sienten que el coche debería ser cuarto o quinto entonces, obviamente, no estaré cumpliendo con las expectativas, pero honestamente no supone más presión para mí", siguió.

Así, el compañero del joven ruso se prepara para una temporada en la que comenta que seguro que también existe una batalla interna en su escudería por la gran velocidad de Daniil Kvyat, gracias a la que espera seguir aprendiendo y progresando como piloto.