Sólo fue un espejismo

Reconozcámoslo: cuando vimos la configuración de la parrilla de salida del Gran Premio de Austria, como amantes del automovilismo nos ilusionamos con una segunda parte de campeonato más abierta, más colorida, más emocionante, más reñida. Aun sabiendo que este mundial se irá a la sede de Mercedes y que será Nico o Lewis quien recoja el trofeo en la gala de la FIA a finales de año, queríamos ver luchas en la pista, nuevas caras, nuevas luchas, más emoción… Pero el Red Bull Ring fue un capítulo más en el monopolio plateado en que se ha convertido este mundial. Un capítulo decidido esta vez por la estrategia; es decir: encima, sin adelantamientos reales sobre la pista. Aunque Hamilton dio un gran recital en la primera vuelta. Una de esas actuaciones que pasan a la historia por la pericia de un piloto que es capaz de adelantar a cinco rivales (Fernando Alonso incluido) en 4,3 kilómetros. Una barbaridad. Pero lo cierto es que los Williams están ahí, han evolucionado, y Bottas suma su primer podio.

Red Bull Ring, el primer tilkódromo

De los actuales pilotos de la parrilla de la Fórmula 1, sólo Fernando Alonso, Kimi Räikkönen y Jenson Button habían corrido anteriormente en el circuito austríaco a bordo de un Fórmula 1. Pero lo cierto es que gran parte del resto conocía el trazado, que regresa al calendario tras once años de ausencia, al haber corrido aquí en categorías inferiores. Así pues, no era un circuito tan desconocido. Y aunque muchos ensalzaron la desafiante serpiente de curvas rápidas, subidas y bajadas entre prados verdes, y pidieron que Hermann Tilke no metiera su criticada mano a un autódromo tan especial, lo cierto es que este fue el primer circuito que rediseñó el ingeniero alemán. Así es: A1-Ring (como se llamaba entonces) fue el primer contacto de Hermann Tilke con la Fórmula 1, sin contar con obras menores que no afectaron al trazado en Nürburgring. Fue en 1995 cuando Tilke remodeló profundamente el original, veloz y emocionante Österreichring para simplificarlo, acortarlo (de casi seis kilómetros a 4,3) y mejorarlo en cuanto a seguridad. Su firma se nota en las características curvas angulosas y en sus fuertes frenadas, como Castrol Hedge, Remus o Schlossgold.

El circuito original (Österreichring) estuvo presente de forma ininterrumpida en la Fórmula 1 dieciocho temporadas consecutivas -desde 1970 hasta 1987-. El trazado de Hermann Tilke, sólo siete: de 1997 a 2003. Aun así, un escenario tan añejo ha propiciado que, pese a la remodelación de Tilke, mantenga ese espíritu diferente y esa pasión por la velocidad y el automovilismo en estado puro, alejado de muchas de las actuales sedes de grandes premios, desprovistas en demasiadas ocasiones de la esencia de un deporte único.

No hubo fiesta en casa

Eran principios de 2011 cuando Sebastian Vettel hizo una exhibición con su RB6 en el entonces recién comprado autódromo de Red Bull Racing. Había logrado su primer campeonato mundial (2010) y le esperaban otros tres (2011, 2012 y 2013). Momentos dulces en Red Bull Racing, pese a que la guerra con Mark Webber sólo acababa de empezar. Ayer fue precisamente el australiano quien se encargó de entrevistar en el podio a los tres primeros en cruzar la meta de la nueva pista austríaca. Fue una verdadera pena que no se encontrara con Sebastian Vettel en algún escalón, pues habría sido una situación, cuanto menos, curiosa. Pero lo que parecía que iba a ser una fiesta de RBR se convirtió en una pesadilla: ¿quién les iba a decir el año pasado, cuando anunciaron que su Red Bull Ring formaría parte del calendario, que sólo uno de sus coches llegaría a la meta… y en octava posición?

La Fórmula 1 da muchas vueltas, pero desde luego no esperarían una debacle tan acusada después de años tan dulces: "Obviamente ha sido una mala primera parte de campeonato con algunos abandonos y otros problemas", reconoce el campeón alemán, muy frustrado. Los problemas se presentaron desde el inicio de la carrera y, con una vuelta perdida y sin ninguna posibilidad de recuperar terreno, el equipo prefirió retirar el monoplaza de Vettel y ahorrarle kilometraje que podría ser vital en próximas citas. Para Daniel Ricciardo, flamante ganador en Canadá, la carrera tampoco fue divertida. Todo lo contrario: "Ha sido muy frustrante", reconoce el australiano. "Nunca es fácil salir desde tan atrás en la primera vuelta. Hemos sufrido con las rectas largas, pero mucho más cuando se tiene una mala salida. Así que estoy frustrado conmigo mismo. Intenté recuperar, pero simplemente no teníamos ritmo. Tenemos mucho trabajo que hacer".

Rosberg gana por estrategia

Regresar al circuito austríaco tras más de una década de ausencia ha sido una extraña sensación: antes no estaban tan de moda las escapatorias asfaltadas, y cometer un error en la desafiante penúltima curva (Rindt) significaba hacer ralis o directamente quedarse atrapado en la grava. Ha pasado el tiempo, y eso se nota. En aquel lejano 2003, Sebastian Vettel corrió por primera vez con monoplazas en el campeonato Fórmula BMW ADAC, mientras un Fernando Alonso sin títulos mundiales completaba su segunda temporada en Fórmula 1 como piloto oficial (la primera con Renault).

Este fin de semana muchos nos acordamos de Michael Schumacher, quien firmó la última victoria en el A1-Ring, y que hoy libra su carrera particular. Pero el presente se llama Mercedes; y el protagonista, Nico Rosberg: "Ha sido un fin de semana increíble para nosotros", dice el piloto alemán. "Tengo que agradecerle al equipo este genial coche y una estrategia perfecta". Mercedes arriesgó parando antes que nadie para intentar adelantar a los Williams en boxes, lo que consiguieron para su satisfacción. También consiguieron dominar los frenos, puestos a prueba en un circuito tan exigente: "Tuvimos que cuidarlos, y eso fue un gran desafío durante toda la carrera, pero también fue bien. Ahora tengo más ventaja todavía y puedo estar tranquilo para la próxima carrera".

Un segundo puesto que sabe a poco

Su compañero de equipo, Lewis Hamilton, veía escapársele otra oportunidad de alcanzar el liderazgo del mundial de pilotos. Su segunda posición en Austria es todo un logro según se ha desarrollado el gran premio a lo largo del fin de semana. Pero cuando uno lucha contra una efectividad como la demostrada por Nico Rosberg (que no sabe lo que es terminar fuera de las dos primeras posiciones del podio), llegar segundo es un fracaso; al menos, si pensamos en las aspiraciones en el mundial y su objetivo de recortarle puntos. Él se siente razonablemente satisfecho, pero insaciable: "Era cuestión de limitar daños, así que estoy contento. He tenido ritmo todo el fin de semana, pero no he podido capitalizarlo, así que lograr el segundo lugar de un mal fin de semana está bastante bien. Supongo".

Desde luego, es un magnífico trabajo, pero Nico se escapa en el campeonato, y él lo sabe. Sus cuatro victorias consecutivas en Malasia, Bahréin, China y España chocan de bruces con sus dos abandonos en Australia y Canadá. Por eso Rosberg, con una victoria menos en su haber y cinco segundos puestos es el líder con veintinueve puntos de ventaja. Para Mercedes es el sexto doblete del año (de ocho carreras), y les hace sonreír abiertamente: "Es un resultado fantástico. Controlamos los frenos en un circuito tan difícil para ellos, y también cuidamos la unidad de potencia para asegurarnos de que no se repitieran los problemas de Canadá", asegura Toto Wolff. "Nuestra estrategia funcionó y Nico pilotó muy bien".

Hamilton, salida meteórica

Pero si alguien se labró un gran resultado en Mercedes, sin duda fue Lewis Hamilton: en la primera vuelta pasó del noveno puesto en la parrilla de salida a arrebatarle la cuarta posición al Ferrari de Fernando Alonso, que impotente no pudo más que verle pasar como un trueno. "He tenido una salida meteórica", comentaba el inglés de Mercedes. "Es algo en lo que hemos estado trabajando todo el año, y ha sido una de las mejores que he tenido. Nunca se sabe qué va a pasar, pero logré meter el coche por los huecos adecuados y subir al cuarto lugar al final de la primera vuelta". La principal meta del equipo era que los coches llegaran a la meta, pero todo funcionó tan bien que lo lograron firmando un nuevo doblete. "La estrategia me funcionó muy bien y subí a la segunda posición" agradece Lewis. "Entonces intenté presionar a Nico, pero no cometió ningún error y no tuve ocasión de adelantar". La próxima carrera será muy entrañable para él: Silverstone, un circuito repleto de sus admiradores. "Será muy especial y lo daré todo para lograr la victoria".

Pérez: "Sin la penalización, habríamos luchado por el podio"

Sergio Pérez también realizó una gran remontada y se mostraba más que contento; y no es para menos: llegar sexto tras partir decimosexto por su penalización en Canadá es un grandísimo resultado para el mexicano: "Tuve una buena salida y pude ganar algunas posiciones", declaraba el piloto de Force India. "Era especialmente importante adelantar a Button, porque tenía una estrategia similar a la mía. Una estrategia que me funcionó. Hemos demostrado de nuevo que logramos controlar los neumáticos, y tuvimos un gran ritmo de carrera". Según se ha desarrollado la carrera, a Sergio, ahora, sólo le ronda una cuestión por la cabeza: "Sin la penalización, habría estado aún más arriba. Habría marcado una gran diferencia, pues teníamos el ritmo para haber luchado por el podio".

Ferrari no levanta cabeza

Frente a los triunfos plateados, las decepciones rojas: Ferrari suma otro fiasco con Fernando Alonso luchando en la quinta posición y un Kimi Räikkönen perdido en la décima. Pese a una prometedora cuarta posición del español en la parrilla, todo se esfumaba ya en la primera vuelta: "Fue imposible retenerle detrás de mí. Ser quintos era lo mejor que hoy podríamos hacer, porque los cuatro primeros coches eran más rápidos y, por lo tanto, se merecían terminar por delante". El español intenta ver el lado positivo de una carrera que, sobre la tabla clasificatoria, arroja algunos datos interesantes: "Hemos terminado dieciocho segundos por detrás de los Mercedes en una carrera sin coches de seguridad ni incidentes especiales, y eso es un buen resultado. Por eso creo que ha sido mi mejor carrera de la temporada". Alonso resalta la total ausencia de problemas en los bólidos de Maranello, algo que valora sobremanera, pero reconoce que "queda mucho camino que recorrer".

Muy diferente es la visión de Räikkönen, que ha sufrido a lomos de su "cavallino": "Ha sido otra carrera difícil para mí", dijo el finlandés. "Desgraciadamente no obtuve las mejoras que deseaba y me encontré luchando con la manejabilidad del coche". Desde el inicio de la carrera, Kimi tuvo problemas con sus frenos que le obligaron a reducir la marcha. "Tenía los neumáticos destrozados en mi primera parada, y perdí dos posiciones. Definitivamente, teníamos que haber parado antes".

Williams ha vuelto

Quien sí está más que contento es Valtteri Bottas. Su primer podio tuvo un sabor más que dulce al haber, también, batido a su compañero de equipo, Felipe Massa, que partía en la "pole". "Es difícil explicar cómo me siento", declaraba el piloto de Williams. "Tuve una parada en boxes que realmente me metió en la lucha y me cambió la carrera". Su compañero, el brasileño Massa, se alegra el éxito del joven Bottas: "Ha hecho un gran trabajo". El espejismo de salir primero en la parrilla se confirmó como exactamente lo que era: un espejismo. El propio Felipe lo reconoce: "Estaba claro que nunca íbamos a luchar por la victoria, aunque tuvimos una buena batalla contra los Mercedes". Felipe se vio perjudicado por la estrategia, pero no pierde los nervios: "Parar yendo primero y volver cuarto es decepcionante, pero así son las carreras. Ha sido un fin de semana positivo para el equipo". Veintisiete puntos en el casillero de Williams es un motivo más que suficiente para sonreír abiertamente. Ahora sólo queda ver si estos progresos se consolidan y podemos disfrutar con los coches blancos luchando de verdad contra los Mercedes en las próximas carreras.