Adrian Sutil cree que no hay que alarmarse por los lentos tiempos de esta semana en Jerez ya que las escuderías aún están ajustando sus coches para el nuevo campeonato. Así, no le da mucha importancia a que equipos como Red Bull dejaran estas pruebas antes de tiempo por problemas de fiabilidad.

El piloto alemán considera estos entrenamientos de Jerez necesarios para comprobar el trabajo de los ingenieros y a partir de entonces decidir si seguir en la misma dirección el desarrollo o cambiar totalmente de tercio.

"No es aburrido pilotar el nuevo monoplaza. Tienes mucho trabajo que hacer en el circuito. Hay poco agarre y el coche se mueve todo el rato. Pero es sólo cuestión de tiempo. Hemos visto durante años entrar reglas en vigor y una vez que los equipos se acostumbran, se mejora unos segundos cada mes o cada dos y los coches progresan”, explicó Sutil.

Los tiempos establecidos en el circuito jerezano no desaniman al de Sauber, que espera volver a ver este deporte en su esencia original muy pronto. "Espero una mejora de al menos cuatro segundos al final de la temporada. Habrá un gran paso y por suerte, la F1 volverá a ser lo suficientemente rápida otra vez”, añadió.

Tras su primer contacto con el nuevo monoplaza, el alemán aprovechó para hacer algunas observaciones sobre motores y refrigeración. En su opinión, la dificultad para calentar los neumáticos traseros podría ser un problema para las escuderías cuando empiece la temporada.

"Sí, en carreras frías seguro que será un gran problema. Hemos perdido el efecto Coanda y ahora realmente vemos cuánto confiábamos en eso. Tenía mucho efecto y ahora ya no está. También ahora tenemos solo un alerón en la parte trasera. Hay mucha carga que se pierde. La tracción se ha ido por culpa de un gran paso”, señaló el de Starnberg.

Sutil 'culpa' a la falta de agarre y tracción del trompo que hizo durante los test y que cortó su jornada de entrenamientos. A su juicio, ésta difiere mucho de la existente en 2013 por lo que será otro reto para los equipos adaptarse a este cambio.

"La energía del coche es algo difícil de controlar y la falta de agarre y de tracción son enormes comparadas al año pasado. El viernes, en la vuelta de reconocimiento, estaba en segunda o tercera marcha antes de hacer el trompo”, finalizó.