Bernie Ecclestone sigue al frente de la Fórmula 1, categoría que en la década de los setenta él convirtió en negocio para llegar a ser uno de los deportes más globales y con presencia cada año en países más exóticos y lejanos al continente europeo donde se disputaron los primeros Grandes Premios de la historia. Pese a ser el artífice del actual Gran Circo, el británico se enfrenta a las acusaciones de soborno por el 'caso Gribkowsky' y, ante la posibilidad de ser declarado culpable, Ecclestone tiene a su favorito para sustituirle como mandamás de la F1 si así fuera necesario.

Para el británico, Christian Horner sería el hombre perfecto para asumir sus responsabilidades como dirigente de la categoría reina. Aunque el jefe de equipo de Red Bull ha negado en varias ocasiones querer aspirar a las funciones de Ecclestone, éste le señala como su candidato idóneo. "Christian sería ideal para mi trabajo", afirmó rotundamente al diario Daily Mail de Gran Bretaña.

El magnate de la Fórmula 1 considera que es 'conditio sine qua non' que el nuevo hombre al frente del deporte conozca en profundidad la categoría, razón por la que Horner gana puntos. "Me gustaría poder trabajar codo con codo con él. Podríamos tener un período de transición. Es necesario alguien que conozca el deporte. Si viene de fuera, de una corporación, no creo que pudiese trabajar con ellos. No duraría ni cinco minutos", destaca Ecclestone.

En los últimos días, el Tribunal Superior de Londres ha actuado respecto al 'caso Gribkowksy', mismo caso en el que Ecclestone ha sido acusado formalmente de soborno por la Fiscalía de Múnich. Si el británico es declarado culpable, la empresa propietaria de los derechos comerciales de la categoría, CVC, ya ha afirmado que no dudarán en despedirle de su puesto.