Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes, no cree que los problemas de sus coches con los neumáticos en el Gran Premio de Alemania sean motivo de alarma. Para el equipo de Brackley supone una dificultad añadida el hecho de no poder probar los nuevos neumáticos de Pirelli que se utilizarán a partir del Gran Premio de Hungría debido a que se le prohibió participar en la prueba de jóvenes pilotos de la próxima semana como sanción por el ‘Pirelligate’. A pesar de todo, Wolff está tranquilo con la situación, y piensa que las cosas no están tan mal como algunos han sugerido.

"Alemania no fue una gran decepción, fue decepcionante”, dijo a Autosport. "No es agradable ver a un coche que ganó siete días no rendir de la misma forma, pasando de un coche en lo alto a uno en la mitad. Pero sabemos que el coche es bastante rápido. Un coche no se deteriora en sólo siete días”.

Wolff piensa que el hecho de que el coche sigua demostrando ser rápido, aunque no pueda obtener el máximo rendimiento de los neumáticos en las carreras de clima cálido, muestra que se puede solucionar el problema con trabajo duro sin necesidad de un replanteamiento por mayor.

"Se pone de manifiesto que tenemos que unir nuestras mentes. Creo que tenemos gente muy inteligente y tenemos que superar los problemas", aseguró el austríaco, quién afirma que el hecho no correr en Silverstone será un obstáculo, pero cree que sus ingenieros deben aprovechar al máximo el tiempo extra en la fábrica para seguir trabajando en las soluciones.

"Obviamente siempre es una desventaja si no se puede probar. Pero sabíamos dónde estábamos, y hay que atenerse a lo mejor que podemos hacer. Al menos ahora tenemos tres días para pensar".