No son muchas las veces que el camino de la categoría reina del motor se cruza con el de los atletas de los Juegos Olímpicos. Es cierto que Bernie Ecclestone considera la posibilidad de celebrar una carrera en el Estadio Olímpico de Londres y que el COI reconoce formalmente a la FIA, pero a día de hoy los monoplazas no pueden competir en el evento deportivo más importante del mundo.

Sin embargo, los aficionados de la Fórmula 1 se sorprendieron cuando Damon Hill saltó a la pista del Greenwich Park listo para competir por las medallas de hípica. Presentado por megafonía como un "adorable semental", Hill y su amazona, Helen Langehanenberg, lograron la medalla de plata en Doma Clásica por equipos. Obviamente no se trataba del Campeón del Mundo de 1996, sino de un caballo de trece años de edad procedente de la Westfalia germana.

Cuatro años antes, en Pekín, el motor consiguió otra medalla: Tom Stallard, ingeniero de Jenson Button, se alzó con la plata en remo. "Me uní al equipo justo después de los Juegos Olímpicos de 2008. Siempre quise estar en la Fórmula 1", explicó. "En la universidad hice una carrera especializada en el mundo del motor y acumulé un poco de experiencia en el deporte".

El COI deja claro que los pilotos de F1 no podrán participar en los Juegos Olímpicos