La especulaciones entorno a la guerra surgida entre Red Bull y la FIA son cada día más evidentes. Durante estos últimos días, Helmut Marko se ha quejado de las delimitaciones del mapa motor de sus monoplazas y de la penalización de veinte segundos que relegó a Sebastian Vettel del podio en Alemania.

Estos acontecimientos serían los últimos de esta nueva "conspiración" que persigue a la escudería austríaca. En el paddock existe la teoría de que Red Bull y Bernie Ecclestone reman en la misma dirección, mientras que Jean Todt lo hace en la contraria haciendo una exhibición de poder a la vez que desea una mayor parte de los beneficios del deporte.

Tal y como desvela la revista alemana Auto Motor und Sport, una fuente de la FIA se ha encargado de desacreditar cualquier posible acusación. "Si tuviéramos algo en contra de Red Bull esperaríamos al final de la carrera y dejaríamos que el resto (de equipos) vinieran (y protestaran)", afirmó.

Recientemente se ha sabido que la FIA pidió a Red Bull que modificara un ajuste manual del amortiguador, hecho que pudo haber permitido al equipo realizar cambios en su monoplaza entre la calificación y la carrera.

Ayer, Sebastian Vettel se refirió a la supuesta conspiración de Hockenheim. "Yo no pierdo energía en esto. Naturalmente uno podría tener esa impresión (de una conspiración) después de estas últimas semanas".