Aunque surgieron dudas el pasado año en torno al futuro de la carrera debido a una disputa relativa al contrato y a la interrupción de las obras durante varias semanas, los organizadores de la prueba consiguieron que la cita permaneciera en el calendario definitivo de la FIA para 2012, aprobado en el Consejo Mundial del Motor a principios de diciembre.

Con el acuerdo asegurado, las obras en la pista se reanudaron de forma inmediata, y los responsables del circuito han confirmado que los recientes retrasos no acarrearán ningún efecto negativo en la cita prevista para el 18 de noviembre.

Algunos altos representantes del Circuito de las Américas, entre ellos su presidente, Steve Sexton; el vicepresidente, Bruce Knox; el director de operaciones, Chuck Aksland, y el director de marketing y ventas, Geoff Moore, se encuentran en Londres esta semana para reunirse con Bernie Ecclestone e informarle de los avances.

En este sentido, Moore declaró a la revista Autosport: "La carrera sigue adelante. Las obras se están llevando a cabo seis días a la semana. Los edificios del paddock se están rematando, el trabajo en la grada principal ha comenzado y esperamos que a mediados de agosto esté acabado".

La presión en las tareas de construcción se ha relajado debido al hecho de que la fecha de la carrera se modificara de junio, como estaba previsto en un principio, a noviembre, como penúltima cita del mundial, sólo antes que el Gran Premio de Brasil.

Aunque los organizadores no recibirán un pago por adelantado de 19 millones de euros (25 millones de dólares) que estaba previsto por parte del gobierno local, han asegurado que disponen de los fondos necesarios para acometer con éxito las obras de la pista.

El dinero se empleará después de la carrera, una vez que se sepa con certeza cuántos ingresos ha generado el Gran Premio para la economía local. El coste total del Circuito de las Américas se estima en torno a los 270 millones de euros (350 millones de dólares), en tanto que sus responsables esperan atraer alrededor de 120.000 espectadores para su primer Gran Premio.