Bernie Ecclestone estudia seriamente suspender o al menos retrasar la celebración del Gran premio de Estados Unidos de 2012. Las obras iban ya muy ajustadas a las fechas previstas, pero el parón que han sufrido ayer mismo, pueden hacer aún más difícil que veamos esta carrera como estaba prevista.

Dudas a la hora de la recepción de ayudas públicas, cambios en la empresa promotora y problemas derivados de todo ello hacen que la carrera pueda definitivamente caer del calendario. Ecclestone ya lo advirtió durante la carrera de India ante la sorpresa de los norteamericanos, pero su información, evidentemente, era muy sólida y cercana a la realidad.

Ahora el británico dice "hemos hecho todo lo posible para que esta carrera se celebre" según recoge Press Association, pero cuando le preguntaron si el evento peligraba, afirmó "si, al 100 por cien", a lo que añadió un dato extra: el contrato firmado con Tavo Hellmund y su empresa Full Throttle, ha sido cancelado recientemente.

Un nuevo actor, COTA, ha entrado en escena en sustitución de los promotores originales, pero Ecclestone les ha solicitado garantías de pago; garantías que han de estar listas en tres semanas, pero de momento no las ha recibido y por lo tanto, la viabilidad del GP sigue 'cogida con pinzas'.

Ecclestone habla sobre ellos: "Cuando esta gente de COTA aparecieron en escena diciendo que querían hacer cosas, tenían problemas con Tavo -el promotor anterior-. Dijeron que tendrían el circuito [listo] y que firmarían un acuerdo conmigo".

Aún no hay un acuerdo firmado en este sentido eminentemente porque no han sido capaces de entregar garantías de los diversos pagos a Ecclestone, por lo que el inglés añade "Estamos intentando garantizar este dinero con el que nos van a pagar. Normalmente se hace con una carta de crédito avalada por un banco. Así que si no me traen el dinero o el aval bancario no tendrán firmado el contrato".

En caso de que COTA no termine encontrando esas garantías bancarias, el GP de Estados Unidos podría quedarse en un limbo deportivo en el que veamos un circuito a medio construir y sin un promotor que quiera hacerse cargo del evento.