Tanto Jerome d'Ambrosio, como los dos pilotos de HRT y Michael Schumacher no se clasificaron dentro de los límites temporales obligatorios marcados por la velocidad del poleman Sebastian Vettel.

En el caso de los tres primeros se debió a su escasa velocidad, insuficiente con la climatología reinante. Como el ritmo mostrado durante el resto del fin de semana ha sido aceptable, y se espera que mañana la carrera sea en seco, los delegados de la FIA han decidido permitirles correr a todos en beneficio del conjunto; nadie piensa que en otras condiciones climatológicas estén a la altura como ha venido siendo todo el resto de la temporada.

El caso de Michael Schumacher ha sido otro: nada más salir de boxes durante la Q1 perdió su rueda trasera izquierda, lo que le hizo perder el control de su Mercedes W02 que acabó varado a un lado de la pista. Este accidente sin consecuencias para El Kaiser le impidió siquiera realizar un solo giro cronometrado. Durante todo el fin de semana ha mostrado sobradamente sus posibilidades y por ello la FIA le permitirá salir mañana, desde el último puesto, eso sí. No sería de extrañar verle hacer una estrategia exótica en busca de una mejora tras esta salida tan poco favorecedora.

Por otra parte, los comisarios deportivos han sancionado con el retraso de cinco plazas en parrilla a Pastor Maldonado y una amonestación verbal, o reprimenda, a Lewis Hamilton tras realizar sus registros en la Q2. Ambos pilotos chocaron de manera intencionada, según dictaminan los árbitros de la carrera, en el giro de retorno a boxes antes de pasar a la Q3.

No es la primera vez que Maldonado y Hamilton tropiezan en este sentido, después del golpe que Hamilton asestó a Maldonado en Mónaco y le dejó fuera de la carrera, pero en este caso el castigado ha sido el de Maracay. Es una decisión polémica que la FIA inscribe en el incumplimiento del artículo 16.1 del reglamento deportivo pero que deja a Hamilton indemne una vez más y perjudica al debutante de Williams.