"Es mejor perder unos pocos puestos y aún así llegar a meta. En mi situación, necesito cada punto", asegura a Auto Motor und Sport.

Tras el polémico episodio de Turquía y las aún más polémicas declaraciones de Helmut Marko (culpando a Webber del choque entre él y Vettel), los más bromistas aseguraron que el cambio de la caja de cambios y la correspondiente penalización en la parrilla de Canadá fueron la revancha del equipo. Webber no lo ve así: "La habríamos cambiado de todos modos", asegura el piloto de 33 años.

Pero Webber no fue el único con problemas en su caja de cambios ese fin de semana; a Sebastian Vettel le pidieron que aminorara la marcha en la carrera tras detectar una avería que no fue a mayores. Vettel y Webber parecen haber dejado atrás las especulaciones, las polémicas y las conspiraciones; Estambul se va superando. El miércoles de la semana pasada, en Canadá, Webber y Vettel invitaron a cenar a todo el equipo: "Pedí la comida más cara del menú", asegura jocosamente Horner. (GMM)