El verdadero volante redondo de toda la vida regresa al Tesla Model S y Model X. Si bien todavía se ofrece el yoke que ha sido obligatorio desde el rediseño de los modelos en 2021, las personas que pidan un nuevo S o X pueden volver a conducir con un volante normal sin coste adicional.

    A diferencia de lo que ocurría antes, el nuevo volante redondo del Model S y el Model X no tiene palancas que controlen las luces intermitentes, los limpiaparabrisas o la selección de marchas. En cambio, todas esas funciones ahora se manejan a través de botones capacitivos y bolas de control, como las que se encuentran en el yoke.

    Si ya tenías un Tesla con yoke, cambiarlo te supondrá 700 dólares

    ¿Y qué pasa con todos aquellos que compraron un Tesla Model S o X con la configuración estilo yoke y no están contentos con él? Bueno, Tesla está permitiendo que esos clientes la cambien por un volante redondo con una opción de actualización a través de su tienda online. No estará disponible hasta marzo y cuesta 700 dólares, que se dice que incluye la instalación a través del servicio Tesla.

    El regreso de un volante regular al Model S y al Model X representa un cambio de sentido simbólico por parte de Tesla y, más específicamente, por parte del CEO Elon Musk. En 2021, en los meses posteriores a que la compañía generara controversia al ofrecer solo ambos modelos con un yoke, Musk tuiteó que no había posibilidad de que volviera un volante tradicional, incluso como una opción.

    Si bien el la dirección estilo yoke de Tesla tiene una buena cantidad de detractores (incluidos nosotros) y análisis que dejaban en evidencia lo poco práctico y seguro que resulta, sigue siendo mejor que un volante que vuela en tu mano mientras conduces.

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    Eric Stafford
    Senior Editor

    Eric Stafford’s automobile addiction began before he could walk, and it has fueled his passion to write news, reviews, and more for Car and Driver since 2016. His aspiration growing up was to become a millionaire with a Jay Leno–like car collection. Apparently, getting rich is harder than social-media influencers make it seem, so he avoided financial success entirely to become an automotive journalist and drive new cars for a living. After earning a journalism degree at Central Michigan University and working at a daily newspaper, the years of basically burning money on failed project cars and lemon-flavored jalopies finally paid off when Car and Driver hired him. His garage currently includes a 2010 Acura RDX, a manual '97 Chevy Camaro Z/28, and a '90 Honda CRX Si.

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    Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.