Un conductor reacciona un 20% más lento con una temperatura de 35ºC que si lo hiciese a 25ºC. De hecho, según un estudio de Seat el efecto es similar a conducir bajo una tasa de alcoholemia cercana a 0,5 gr/l en sangre. Por eso su utilización resulta decisiva, no solo por cuestión de confort sino también por seguridad.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la utilización del aire acondicionado repercute en el consumo del coche y resta algo de potencia al motor, que sobre todo se aprecia en los automóviles con menos caballos.

Forma correcta del usar el aire acondicionado

Su utilización puede parecer sencilla, pero tal y como nos recuerdan desde la DGT con la ayuda de Ángel Suárez, ingeniero del Centro Técnico de Seat, muchos conductores cometen una serie de errores que merman su eficacia. Son estos:

1) Ponerlo al máximo. Un coche aparcado a pleno sol en verano puede alcanzar en su interior temperaturas de 60ºC. Uno de los errores más habituales es ponerlo a tope nada más entrar al automóvil.

CONSEJO: Lo primero que se debe hacer es "abrir las puertas y ventanillas y ventilar el habitáculo durante un minuto antes de activarlo", recomienda Suárez, para así "rebajar de forma natural la temperatura interior". Una vez ventilado, ya se puede "entrar, cerrar las puertas y ventanillas y activar la climatización". En una media hora se pueden recuperar los 25ºC.

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2) Modo recirculación. Es un error utilizar esta opción porque favorece que los cristales se empañen.

CONSEJO: Si el coche tiene climatizador es recomendable la opción Auto para que "el flujo del aire se autorregule, sea más homogéneo y se haga un uso más eficiente", señala Suárez.

3) No utilizarlo. Hay momentos del día en los que la temperatura en más benévola y no parece necesario ponerlo.

CONSEJO: Activarlo siempre en verano y en invierno solo con el fin de que no se empañen las ventanillas.

4) Mal uso de los difusores. Muchas veces si sentimos calor, optamos por incrementar la velocidad del ventilador, es decir por subir el flujo de aire.

CONSEJO: Muchas veces no es tanto la temperatura o la intensidad del aire, sino la dirección en la que circula dentro del coche. Para conseguir un reparto homogéneo Suárez recomienda que "los difusores estén dirigidos hacia arriba, no hacia la cara". De esta forma se consigue que el aire se reparta por todo el coche y llegue a todos los pasajeros de forma uniforme, también a los de las plazas posteriores.

5) Falta de mantenimiento. Al igual que ocurre con otros componentes como el motor, los neumáticos o el líquido de frenos, el sistema de climatización también necesita un mantenimiento específico.

CONSEJO: Si el climatizador no logra enfriar el habitáculo puede ser necesario realizar una carga del gas refrigerante, para lo que habrá que acudir a un centro especializado. También se debe comprobar si el circuito tiene alguna fuga. Además se recomienda cambiar los filtros cada 15.000 ó 20.000 kilómetros.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.