El Audi A4 Allroad es básicamente un A4 Avant con tracción integral, protecciones en los bajos, 37 milímetros más de altura al suelo, otro equipo de ruedas y llantas, así como molduras repartidas por la carrocería que permiten cierto uso fuera de carretera. En esta ocasión, probamos la versión 2.0 TDI de 170 caballos con cambio manual, que tiene un precio básico de 41.750 euros.

Conducción
El bloque 2.0 TDI con inyección mediante raíl común nos ha convencido una vez más por su empuje y, en un coche tan bien insonorizado como este A4, también por el silencio de marcha que puede ofrecer. Por otro lado, ofrece unos consumos bajos en relación a sus prestaciones, aunque este apartado lo trataremos más tarde con mayor detalle.

Pese a todo lo anterior, un aspecto de este motor sigue sin estar a la altura de los rivales de BMW o PSA: su rendimiento en baja. Cuesta mover este coche por debajo de las 1.900 vueltas y, a poco que nos enfrentemos a pendientes pronunciadas, calarlo resulta especialmente sencillo. Muy distinto sería el panorama si este coche pudiese equipar un cambio automático, como sí ocurre con otras motorizaciones de este modelo, como el 2.0 TFSI o el 3.0 TDI. Desde luego, en carretera abierta no percibimos este defecto, pero en atascos ciudadanos da siempre la sensación de que es un coche pesado (sin serlo especialmente) que cuesta mover con agilidad.

¿Es suficiente este problema como para comprometer una compra? Para nosotros no, pero desde luego nos encantaría que Audi lo subsanase con un S-Tronic que disimularía perfectamente las dificultades del 2.0 TDI de 170 caballos a muy bajos regímenes. Ojo, esto no significa que el cambio manual de seis relaciones sea lento o desagradable, antes al contrario. Simplemente es imposible manejarlo con la rapidez y la simplicidad del automático.

Por último, merece mención el sistema de tracción integral quattro mediante diferencial central Torsen. Como en el resto de A4 con cuatro ruedas motrices, transmite el 60% del par a las ruedas traseras y el 40% restante a las delanteras, pero esta proporción puede variar en un 25% si hay pérdidas de tracción.

Al volante, el A4 Allroad resulta estable y eficaz. El tacto de la dirección es fantástico, especialmente con el sistema de asistencia variable servotronic que equipaba nuestra unidad (185 euros). La suspensión ofrece también un buen compromiso, ya que tiene mayor recorrido que en el A4 Avant pero su tarado es ligeramente más rígido para evitar un balanceo acusado de la carrocería. El resultado es un vehículo rápido y práctico. Su agilidad en relación a su volumen sorprende al conductor, que espera un coche apreciablemente más torpe que el A4 ‘normal’ y encuentra sólo una ligera desventaja.

En relación a la competencia, sólo un BMW Serie 3 Touring (y, en determinadas circunstancias, un Alfa 159 Sportwagon) nos han dado sensaciones comparables a este coche, pero ninguno de los otros tiene una altura libre al suelo de 18 centímetros, y también preferimos el diferencial Torsen que monta Audi para repartir la fuerza del motor entre los dos ejes.

Aunque ágil, no tiene la vivacidad de un familiar premium convencional... aunque cuenta a cambio con una distancia libre al suelo mucho mayor

En cuanto a la capacidad para circular fuera del asfalto del A4 Allroad, el lector ya habrá intuido que no es un coche especialmente preparado para un uso off-road, como quizá sí era el primer Audi A6 Allroad (incluso equipaba reductora). No obstante, la generosa altura al suelo en combinación con unos neumáticos de invierno y los ajustes especiales de los controles de estabilidad y tracción le confieren cierta habilidad en terrenos nevados y, si huimos del asfalto, también por pistas gravosas. En nuestra opinión, Audi ha encontrado un buen compromiso para clientes que circulan normalmente por carreteras asfaltadas pero ocasionalmente necesitan enfrentarse al mal tiempo. Una mayor preparación para circular por campo hubiese supuesto un sacrificio en consumos o agilidad en carretera que el público objetivo de este coche no hubiese aceptado.

Confort
Hay poco que añadir en este apartado respecto al interior de un A4 Avant. Los materiales y ajustes son muy buenos, al igual que la postura de conducción y los asientos delanteros, que recogen perfectamente a sus ocupantes. Detrás hay espacio para que dos personas viajen cómodamente, y una tercera puede utilizarse sin muchos problemas, aunque el pasajero tiene que evitar el túnel de transmisión y las salidas de climatización ubicados en el centro del habitáculo.

En el apartado de equipamiento, este coche raya a gran altura... siempre que estés dispuesto a dejarte unos miles de euros en extras. Recomendamos los faros bixenón (960 euros), el reposabrazos central delantero (230 euros). Si tienes familia, no podrás prescindir de las fijaciones Isofix (100 euros) y, para los más sibaritas, nos encantó el techo panorámico de cristal (1.650 euros) y la tapicería de alcántara y cuero (1.595 euros).

Nuestra unidad equipaba las ruedas opcionales en medida 245/45 R18, pero nos parecen innecesarias. Seguramente, con las 225/55 R17 se consiga un consumo y una sonoridad ligeramente inferiores. En todo caso, el confort de marcha de este coche es muy reseñable, y se podría viajar a cruceros muy por encima de los límites legales sin ruidos parásitos ni vibraciones del motor o la suspensión. Nos parece un coche viajero muy recomendable.

Ecología
Aunque parezca mentira, las cifras oficiales de 6,2 litros de gasóleo a los 100 kilómetros en ciclo combinado no son del todo exageradas. En nuestras mediciones, hemos logrado consumos de 6,8 litros rodando al límite de la velocidad legal en vías rápidas, buenas marcas para un coche que pesa 1.600 kilos. En todo caso, y respecto al A4 Avant, consume 0,6 litros más a los 100 kilómetros, dato suficiente a nuestro entender para decantar la decisión a favor de otra versión del A4.

Valor de compra
Elegir un Allroad es optar por la diferenciación. Transmiten un cierto ‘espíritu aventurero’ y realmente tienen utilidad para conductores que viajan mucho y circulan habitualmente por zonas nevadas o gravosas. Es una compra muy acertada para este tipo de uso. Si realmente sólo se va a usar por carreteras asfaltadas y en buen estado, es preferible un A4 Avant ‘normal’, por sus consumos ligeramente inferiores, su centro de gravedad ligeramente más bajo y su aerodinámica más cerca de lo óptimo. Por otro lado, la reventa de los Audi es otra de sus grandes bazas. Incluso los A6 allroad de primera generación mantienen una buena reputación y cotización en el mercado de ocasión.

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