Bentley acostumbra a presentar todas sus últimas novedades con la motorización más potente disponible y hasta que no pasan unos meses no le toca el turno a la versión de acceso a la gama, es decir, aquella impulsada por un motor V8. Una vez más la estrategia ha vuelto a repetirse y el protagonista es el Flying Spur, que recibe el conocido propulsor de ocho cilindros de la compañía para dar vida a un producto “enfocado en el conductor” en comparación con la variante W12 existente.
Centrado en el conductor
Esto se debe, principalmente, a que el Bentley Flying Spur V8 ha perdido peso con el cambio de corazón y ahora es 100 kilos más ligero que la alternativa más prestacional de la gama, con un reparto de pesos mejor distribuido, de forma que el automóvil se vuelve más ágil y directo ante las órdenes del conductor. Estéticamente será fácil de reconocer gracias a la presencia de unas llantas de aleación de 20 pulgadas con un diseño de diez radios, cuatro salidas de escape y un distintivo ‘V8’ ubicado en la parte inferior de las aletas delanteras.
Debajo del capó se encuentra el gran protagonista de esta versión, es decir, el mismo propulsor V8 biturbo de 4.0 litros que encontramos en el Continental GT. Esta mecánica desarrolla 550 caballos de potencia y un par máximo de 770 Nm, disponibles por debajo de las 2.000 vueltas, asociado a una transmisión automática de ocho velocidades que envía toda la energía a las cuatro ruedas. Para maximizar el ahorro de combustible, cuenta con un sistema de desconexión de cilindros que se activa cuando la demanda del acelerador es baja (por debajo de 235 Nm y menos de 3.000 rpm).
Bentley afirma que el Flying Spur V8 es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,1 segundos y su velocidad máxima es de 318 km/h, unas cifras que deberían ser suficientes para los clientes que busquen una berlina de lujo como esta. Esta versión no solo es rápida en línea recta, sino también en las curvas y es ahí donde cobra todo el protagonismo la suspensión neumática adaptativa, las barras estabilizadoras activas a 48 voltios, la vectorización del par y, especialmente, el sistema Dynamic Ride encargado de controlar los movimientos de la carrocería. De forma opcional, se ofrece el sistema de dirección en ambos ejes, que mejora tanto la estabilidad a velocidades elevadas como la maniobrabilidad en la ciudad.
Listo a finales de año
"Basado en nuestra investigación, los comentarios de los clientes y las tendencias de uso de estos, el nuevo Flying Spur V8 ha sido diseñado para ofrecer un comportamiento centrado en el conductor, al tiempo que brinda a los pasajeros el refinamiento, la comodidad y la tecnología que se esperan de una gran limusina", afirma Matthias Rabe, uno de los máximos responsables de ingeniería en Bentley Motors.
La compañía británica ofrecerá esta versión en configuraciones de cuatro y cinco asientos, con una larga lista de opciones de personalización para aquellos que buscan un coche a medida. Los pedidos ya están abiertos y se espera que las primeras unidades aterricen en el Reino Unido y Europa a finales del 2020.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
