El equipo Haas será uno de los principales protagonistas a lo largo de esta temporada, pues con su entrada en la máxima categoría será el primer competidor americano en los últimos años de historia reciente de Formula 1. En su preparación, el nuevo equipo ha mantenido una importante relación técnica con Ferrari, que le servirá para comenzar a sentar las bases de una manera mucho más efectiva.

Pero esta colaboración no es total, como ha explicado su director Gene Haas, pues son dos formaciones bien distintas. "Ferrari tiene el control del motor, pero es algo en lo que también tenemos que decidir cómo vamos a ir hacia delante. Es nuestro coche y Ferrari tiene mucha responsabilidad en ofrecernos la asistencia técnica, pero no hay razón por la que no podamos tomar responsabilidad nosotros y asegurarnos de que el coche que sacamos a la pista funciona. Si tenemos un mal día no podemos echar la culpa a Ferrari, tenemos que tener la responsabilidad de cómo rendimos en pista. Vamos a resolverlo, y si tenemos problemas técnicos, ¿cómo los solucionamos? Esto es lo que nos diferencia de otro equipo, si tropezamos, y lo vamos a hacer, nos levantamos y lo intentamos de nuevo", ha explicado Haas.

Pero pese a ello, en la nueva escudería no restan valor al trabajo que la casa italiana hace en la pista, una labor muy importante para ellos, como indica Haas. "Ferrari es muy cauto a la hora de poner los motores en pista, si hay algún problema en la telemetría, no sacarán fuera el coche hasta que solucionen el problema. En el primer test tuvimos un pequeño golpe en un cable, que causó un pequeño incendio en el motor, así que tuvimos que arreglar eso, y nos llevó algo de tiempo encontrar ese cable. En el turbo hubo un problema desafortunado, pero son muy cautos, si tienen un problema con algo, lo quieren investigar. Si hay algún tipo de problema lo pueden explorar, así que fueron muy cautos para no exceder los parámetros que podrían causar algún fallo", ha añadido.