Uno de los hombres más importantes dentro del organigrama de Mclaren, Eric Boullier, ha concedido una entrevista a la web F1i.com, en la que da las claves de cómo manejar un equipo pero, sobre todo, explica con detalle cómo funciona su trabajo y cómo se mueve dentro de la escudería anglojaponesa, foco de muchas críticas desde 2015.

"Co-dirijo el programa de F1 de Mclaren junto con Jonathan Nale y ambos contactamos directamente con Ron Dennis. Estoy al cargo del equipo de competición y lidero los departamentos técnico, deportivo y legales; además, represento a Mclaren ante la FIA y el Tribunal Internacional así como al frente de los medios", explica Boullier, cuyo cometido no es fácil de llevar a cabo, pero sin duda, si alguien puede, es él.

"El departamento comercial lo lleva Ekrem Samy, que es el director comercial del equipo, así yo puedo concentrarme en el aspecto deportivo y de ingeniería. Puedo hacer cambios en las áreas que crea conveniente para hacer al equipo más competitivo", explica el francés.

"Abandoné el organigrama anterior porque era difícil de entender, el ego de la gente era demasiado grande. Empecé casi desde el principio, para hacerlo lo más fluido posible", señala Eric.

El jefe de Mclaren habla de los cambios que tuvo que hacer nada más llegó. "Fui por los departamentos para conocer a la gente y ver las debilidades y fortalezas de Mclaren. Estaba en un compañía de ingenieros, no de carreras, había reuniones con 40 personas discutiendo detalles insignificantes así que tuve que equilibrar. Tenía que hacer que las distintas divisiones se comunicaran de nuevo", resume.

"No tengo un instinto asesino pero es cierto que puedo poner a la gente en un aprieto si no cumplen con mis expectativas", asegura.

Como director de esta orquesta, tiene que actuar calculada milimétricamente y atender muchos compromisos. "Cuando diriges a 650 personas, no te detienes en detalles, tienes que delegar a gente, funciona así. En Fórmula 1, diriges a un grupo de expertos pero tiene que haber un jefe, los ingenieros son buenos pero no pueden dirigir una compañía, hay que marcar una estrategia y asegurar que alguien comprueba que se llega al objetivo", asegura Boullier.

"Queríamos darle un objetivo técnico y de dirección claro al grupo. Ahora tenemos un grupo eficiente con el jefe de técnico de Mclaren, Peter Prodromou y Guillaume Cattelani en el departamenteo de aerodinámica también. Aporta una visión pragmática que complementa. Llevó meses tenerlo todo así", señala Boullier, contento con el personal que tiene ahora.

"Todo el mundo se siente parte de esto porque sienten que sus opiniones cuentan. Estuve los seis primeros meses escuchando a los aerodinamicistas, ahora, apenas vienen a verme. En 2014 encontrábamos dos puntos en aerodinámica en dos semanas, ahora, encontramos diez en ese mismo período de tiempo", explica Eric, que argumenta que ahora el equipo trabaja mucho mejor.

"Podría sonar paradójico pero una buena forma de dirigir también significa estar en tu lugar, cuando estás muy ocupado no puedes atenderlo todo, a pesar de que algunos asuntos te requieran", señala.

Me consultan para la estrategia de carrera, a veces me preguntan sobre la llamada a boxes exacta una vuelta antes o más tarde", dice, aportando un ejemplo de su rol en el equipo durante las carreras.

A pesar de que es el jefe de equipo, Eric no debe olvidar de que hay alguien por encima de él, el CEO, Ron Dennis. A pesar de que ha amoldado un poco el equipo a su gusto, el inglés también tiene cierto papel de director de carreras. "Tengo independencia, soy libre de tomar medidas pero debo informarle. Trabajo con quien fundó todo esto aunque eso no evita que pueda ir cualquier mañana a la oficina", explica.

Ser jefe de un equipo de Fórmula 1 requiere de habilidades muy específicas, pues hay que lidiar con muchas cosas muy diferentes, requiere ser multifuncional. "Mis estudios de ingeniería, que se especializaron en aeronáutica y sistemas de espacio, me han dado habilidades de mánager y entendimiento sobre el aspecto técnico de la F1", explica.

También habló de la relación con los pilotos. "Me encanta la relación que puedes construir con un piloto, cuando ellos confían en el ingeniero de carrera y piensas sobre ello, están dejando su vida en tus manos y así es como desarrollas y hacer cosas excepcionales empujándole fuera de su zona de comfort. Esta parte la echo de menos, más que la parte técnica", explica.

"Mi puesto me deja estar en contacto con Alonso y Button, que, como cualquier otro campeón, sólo piensan en ganar. Hasta que no tengan lo que quieren, no dejarán de presionar al equipo. Si sabes cómo dirigir las expectativas, calmarlos y decirles cómo van las cosas, entonces te ganas su confianza", comenta.

"Siempre te cuestionas, cuando cambias algo, ves problemas en todas partes. Si mejoras la eficiencia, tienes que aumentar la producción. Invertimos en nuevas máquinas la primavera pasada y otras tienen que ser actualizadas. Hemos llegado al 30% de mejora en fabricación, lo que ha potenciado nuestro desarrollo", revela el francés.

"Mi mayor satisfacción de 2015 fue ver cómo había cambiado todo. Ahora estamos más cerca de lo que queremos pero aunque las mayores partes ya las tengamos, nunca lo completas al máximo", apunta.

"El ímpetu lleva al equipo al éxito, recordad cuando Red Bull compró Jaguar, antes de dominar les llevó cinco años estructurarlo todo y ser eficientes; además, estamos en un entorno ultra competitivo: Mercedes, Red Bull y Ferrari. Su nivel de personal, métodos y su calidad de producción son muy altas", agrega Boullier, mientras explica que luchan contra empresas muy poderosas.

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