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Ya sea por las restricciones medioambientales que ya tenemos en los centros de las grandes ciudades o simplemente por su uso sencillo y agradable en esos trayectos cortos por la urbe, el coche eléctrico es una apuesta muy interesante para moverse por la ciudad. Sin embargo cuando empezamos a pensar en escapadas o grandes viajes más allá de la ciudad la cosa cambia, y es que la autonomía limitada de algunos modelos y sobre todo la poco madura infraestructura de carga en España hace que hacer un largo viaje con este tipo de vehículos sea cuánto menos una aventura. No obstante en los últimos tiempos hemos empezado a ver, sobre todo en lanzamientos de última hornada, cómo la tecnología de los coches empieza a ofrecer autonomías más interesantes para clientes que quieran un eléctrico como vehículo familiar y apto para viajes, es decir, como primer coche de la casa.
Kia precisamente ha iniciado su andadura en el mundo eléctrico comenzando por dos modelos que cuando uno los tiene delante le queda claro que son coches perfectos para llevar a toda la familia, grandes en tamaño y repletos de espacio interior. Al moderno y estilizado Kia EV6 que llegó en 2021 abriendo una nueva era para la marca, se sumó el pasado año el nuevo buque insignia de la marca surcoreana, un Kia EV9 en forma de un colosal SUV eléctrico de 7 plazas. Estos dos modelos son hoy en día los abanderados de la movilidad eléctrica en Kia -aunque muy pronto se sumarán, ya sí, modelos más compactos y accesibles Kia EV5 ya desvelado para Corea, aunque a Europa llegará algo distinto, y los futuros Kia EV4 en berlina y EV3 en SUV compacto estos de momento solo mostrados en forma de concept- y durante una jornada tienen el papel de demostrarnos que son coches aptos para viajar. Para ello la gente de Kia Iberia nos propuso un viaje de Madrid a Burgos y vuelta a la capital después de comer. En total unos 457 km de viaje en cero emisiones con estos dos sofisticados eléctricos familiares en sus versiones GT-Line, con un EV6 con 325 CV y 605 Nm de par y una autonomía WLTP de 506 km con su batería de 77,4 kWh y un EV9 con 385 CV y 700 Nm y 505 km con batería de 99,8 kWh.
Hora de ponerse en marcha
El viaje de ida transcurre no sólo por autopista, sino también por carreteras secundarias, así que no dudamos al elegir el Kia EV6. Es el modelo más veterano de los dos, pero su diseño estilizado y aerodinámico se mantiene muy fresco incluso ya con unos años a sus espaldas. De hecho ese mismo diseño sumado a su menor altura libre al suelo también nos va a ayudar no solo a nivel dinámico, sino también a nivel de eficiencia. Así tenemos 437 km de autonomía a nuestra disposición según el ordenador de a bordo -que ya nos avisan, suele ser algo pesimista- y 142 km hasta nuestro primer destino en el Restaurante Tudanca (cerca de Aranda de Duero).
Como hemos comprobado en otros viajes similares en general y en eléctricos en particular, salir de Madrid en dirección Burgos supone una casi continua cuesta arriba que repercute en el consumo, más si hablamos de coches eléctricos que donde más suelen consumir es en carretera. Sin embargo este EV6, incluso sin ir especialmente suaves mantiene bien la compostura, mientras hace gala de un buen confort de marcha, e incluso cuando llega la zona de las carreteras secundarias de un buen nivel de dinamismo. Incluso en una zona de asfalto especialmente roto la suspensión filtra lo suficiente como para que los pasajeros no suframos en ningún momento. Con sus 325 CV este EV6 tiene un 0 a 100 km/h en 5,2 segundos, y si bien no sentimos una salida explosiva como le ocurre a otros eléctricos -la cosa cambiaría y mucho con el potentísimo EV6 GT- su empuje es más que suficiente para hacer adelantamientos e incorporaciones con gran agilidad y cero problemas.
La experiencia de cargar en mitad del viaje
Al final con todo esto llegamos a nuestra primera parada tras 139 km y 1:30 de viaje con parón a mitad de camino con un consumo de 23,1 kWh bastante aceptable y 238 km de autonomía restante, un 58% de la batería, para hacer un parón en el Restaurante Tudanca para tomar un café o refresco mientras dejamos cargando los coches en los puntos de carga de Zunder, donde la gente de Kia nos enseña a utilizar la aplicación Kia Charge para acceder a estos cargadores -y en total a más de 15.000 puntos de carga por toda España y 680.000 en toda Europa- e iniciar la carga en apenas un par de pasos de tarjetas, la de la aplicación y la de crédito, y comenzar inmediatamente una carga que rápidamente se puso a una potencia de 87 kW, aunque los Kia EV9 que nos acompañaban en el viaje en una estaciones aún más grandes alcanzaban los 104 kW.
Realmente tanto el EV6 como el EV9 son capaces de admitir cargas en CC de hasta 240 y 210 kW, que sería suficiente para completar una carga completa en más o menos 20 minutos. Es aquí cuando nos encontramos con uno de los primeros inconvenientes a la hora de viajar con un eléctrico, y es que no siempre tienes porque tener toda la potencia disponible de la estación en tu mano, sobre todo cuando estás cargando a la vez que otros tres Kia eléctricos y algún otro vehículo enchufable. Esto hace que, a diferencia del proceso de pasar por la gasolinera, nunca tengas claro del todo cuánto vas a tardar en completar la carga. En nuestro caso realmente los más de 400 km de autonomía disponibles de nuestras unidades nos hubieran permitido llegar a Burgos sin ni siquiera parar, pero si vas a aventurarte más lejos o quieres volver a la capital, es importante tener bien planificada una parada para cargar. En cualquier caso con apenas 40 minutos de descanso en la cafetería volvíamos a tener al 100% la batería de nuestros Kia eléctricos, listos para partir de nuevo.
Tras otros 89 km en unos 52 minutos de viaje en los que conseguimos bajar el consumo un poco más hasta los 22,4 kWh, llegamos por fin a Burgos para disfrutar de una curiosa experiencia gastronómica en el restaurante con una estrella Michelin Cobo Evolución, con un menú que hace todo un recorrido por la historia de la humanidad a través de distintos sabores, para pasar después al menú más tradicional de Cobo tradición.
Vuelta a Madrid en el Kia más caro y familiar
Tras esta deliciosa visita dejamos Burgos para emprender el viaje de vuelta a Madrid, en esta ocasión con el Kia EV9, el modelo más nuevo de la marca surcoreana y también el más caro y grande hasta la fecha -al menos de los que se venden en España- y que como el EV6 ya hemos probado previamente. Su aspecto es imponente y su diseño mucho más robusto que el del EV9. Por dentro suma un plus de tecnología y modernidad respecto a su hermano menor -incluso para los pasajeros de atrás con detalles tan curiosos como la presencia de tomas USB C a mano en el marco del asiento del conductor- pero sobre todo en funciones de confort que lo convierten en un compañero de viaje incluso más destacable, especialmente iniciando el viaje como copiloto mientras disfruto de sus cómodos asientos delanteros y sus funciones de ajuste eléctrico, incluso para piernas o las funciones de ventilación y calefacción.
Por contra las dimensiones y el frontal especialmente vertical de este EV9 no son un buen amigo del viento, lo que se traduce en un consumo mayor que el del EV6 y también en un mayor ruido del aire que llega al habitáculo en medio de una tarde ya con aviso de tormenta. Eso sí, a pesar de su tamaño y peso con sus dos motores y 385 CV y 700 Nm este coloso de casi 2,7 toneladas se mueve con una soltura asombrosa y un confort de marcha perfecto para que no se nos hagan bola los km al volante.
Así, después de salir de Burgos con un 98% de batería y 403 km de autonomía disponibles según el ordenador, completamos los 222 km de viaje para llegar a la sede de Kia Iberia con un 35% de batería, en torno a 132 km de autonomía aún disponibles, y con una media final de consumo de 28 kWh a los 100.
Conclusión: sí, se puede viajar en eléctrico, pero con matices
Queda clara tras esta experiencia que con modelos como estos Kia EV6 y EV9 esa quimera de irse de viaje con un coche eléctrico es una realidad mucho más plausible. Sus autonomías, incluso con el mayor consumo que supone conducir eléctricos como estos en autopista, es más que suficiente para hacer un viaje de origen a destino sin parar y en los casos más alejados con una parada en medio del camino para llegar con tranquilidad. El producto está claro que cumple, pero la incertidumbre llega, cómo no, con la infraestructura de red de carga.
Viajar con un eléctrico implica irremediablemente planificación, no solo para saber dónde parar, sino también para realizar la reserva y confiar en que la disponibilidad, estado y potencia disponible de los cargadores permitan que la parada sea lo menos molesta posible. Lamentablemente la infraestructura de carga española tiene en ese sentido aún mucho camino por delante, y aunque nuestra experiencia en esta jornada fue satisfactoria no es difícil encontrar experiencias de primera mano de estaciones de carga fuera de servicio o con poca potencia disponible que te pueden complicar mucho el viaje, sobre todo si tienes que buscar una alternativa que a lo mejor te obliga a volver hacia atrás, pero los problemas también llegan por una falta de señalizacion desde la carretera al igual que con las gasolineras que seria muy necesaria y también de una excesiva burocracia que hace que solicitudes de instalación y ayudas para la misma no terminen de llegar y muchos proyectos estén aun pendientes de finalizar.
Todo esto deja como resultado que ser un viajero de larga distancia con un coche eléctrico es solo apto para planificadores y aventureros capaces de investigar y vivir en la incertidumbre e improvisar si las cosas se complican, al menos hoy en día, o bien, como suelo recomendar a todo aquel que quiera comprarse un vehículo enchufable actualmente, que tenga un cargador instalado en casa y/o en su plaza en el trabajo, para tener asegurado un lugar habitual de carga sin sorpresas para que así al menos esa incertidumbre se reduzca al mínimo. El resto será tener localizadas estaciones de carga de confianza por el camino y esa quimera de viajar con un eléctrico se convertirá en algo más real de lo que muchos excepticos de la movilidad eléctrica -y otros que no tanto- piensan.
