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Desde que Audi lanzase al mercado su icónico RS2 Avant allá por 1994, han sido muchos los modelos disponibles con esas siglas que designan a los productos más espectaculares y prestacionales de la marca de los cuatro aros, pues ya han pasado 28 años del nacimiento de una familia que forma parte de la historia del automóvil. En la actualidad, Audi Sport cuenta con toda una gama variada de máquinas diseñadas para fascinar a sus conductores y vaya si lo hacen, algo que hemos podido comprobar en primera persona recientemente en el circuito de Los Arcos en Navarra, escenario ideal para sacarle el máximo partido a todos y cada uno de los integrantes de la estirpe RS.
Una jornada llena de emoción
Actualmente, esta gama presume de ser la más completa de su historia ya que se compone de un total de 10 modelos diferentes con 14 carrocerías, incluyendo por primera vez una propuesta 100% eléctrica que tampoco se ha querido perder una cita como esta. Así, el Audi RS e-tron GT acompañó al resto de sus hermanos en una jornada apasionante que comenzó en el aeropuerto de Navarra, donde toda una comitiva de automóviles RS nos estaba esperando. Desde aquí nos desplazaríamos hasta el citado trazado, por lo que el primero en pasar por nuestras manos fue el Audi RS 4 Avant, todo un heredero de aquel vehículo familiar con motor de cinco cilindros que fue el precursor de toda esta amplia gama de máquinas de altas prestaciones.
Bajo su capó no late un propulsor con esas características, sino un delicioso V6 biturbo de 2.9 litros que emana por las colas de escape ovaladas una melodía simplemente preciosa. Durante el breve trayecto en carretera no pudimos sacar grandes conclusiones de este familiar deportivo, más allá de que es bastante cómodo en las circunstancias probadas y lo suficientemente directo en los giros más revirados. Lo que más nos sorprendió fueron los petardazos de su línea de escape, ya sea al bajar marchas con su caja de cambios automática de ocho relaciones o al ahuecar el pie del acelerador.
Gama Audi RS en el circuito de Los Arcos - fotos
Diferentes opciones a elegir
Ya en el circuito los responsables de la marca en España, con Jose Miguel Aparicio a la cabeza (director de Audi España), nos hicieron una presentación de los diferentes productos que componen la gama RS. A lo largo de la jornada disfrutaríamos de varias tandas de cuatro vueltas cada una en distintas caravanas organizadas en función de las prestaciones de cada coche. En la primera de ellas, la más ‘descafeinada’, elegimos el Audi RS Q3 Sportback como compañero de baile. El coche nos gustó mucho ya que, pese a ser un SUV, ofrece un comportamiento dinámico muy parecido al de un turismo, aunque eso sí, los movimientos de la carrocería son más acusados en los giros más rápidos.
Acto seguido, nos subimos en el Audi RS 5 Sportback. Desconocemos el motivo, pero no afrontábamos esta tanda con especial entusiasmo, quizás porque este modelo no es uno de los más novedosos. Sin embargo, fue el gran descubrimiento del día y así se lo hicimos saber a unos responsables de la marca que nos confirmaron los múltiples halagos cosechados por este coche en jornadas previas. No es de extrañar. Sorprende su dinamismo, el tacto y el feedback de la dirección, así como un tren delantero que tiene muchas ganas de inscribirse en las curvas más cerradas. El coche se apoya rápido, ter permite ajustarlo y gracias a la tracción total dispones de una motricidad sumamente elevada. En todo momento te brinda grandes dosis de confianza y unas sensaciones realmente adictivas. Es probable que todas estas conclusiones tengan que ver con la presencia del paquete opcional Dinámico RS, que incluye el tren de rodaje RS, el diferencial trasero deportivo y la dirección dinámica, así como una velocidad máxima de 280 km/h.
El siguiente paso fue el Audi TT RS. El deportivo alemán no se mostró tan incisivo a la hora de entrar en las curvas, pero a la salida de las mismas se le notaba algo más cómodo. Notas su mayor ligereza y eso se traduce en que los cambios de trayectoria son más directos, aunque su reconocido propulsor turboalimentado de cinco cilindros acusaba más el efecto ‘turbo-lag’ que la mecánica V6 del citado RS 5 Sportback. Y tras realizar las vueltas correspondientes a un ritmo elevado sin prácticamente sufrir, ya que es un coche que te lo pone muy fácil, tocaba elegir entre los modelos más prestacionales.
Fue entonces cuando decidimos subirnos en el más novedoso de todos: el Audi RS e-tron GT. Delante nuestra rodaría un Audi RS 6 Avant, en manos del instructor, que no conseguía distanciarse de la berlina deportiva eléctrica y es que en cuanto pierdes algo de margen, basta con pegarle un pisotón al acelerador y salir disparado hacía la siguiente curva. Eso sí, su dirección se siente la más ligera de todas las probadas y el tacto de los frenos no terminó de convencernos. La frenada mecánica tarda en llegar, por lo que tienes que pisar el pedal más de la cuenta. Además, el subviraje en este modelo RS fue el más acusado de todos. Dicho esto, sus casi 2,5 toneladas de peso están muy bien camufladas en cualquier circunstancia.
Diversión fuera de la pista
La experiencia en circuito tocaba a su fin, pero no así la diversión ya que el trayecto de vuelta desde el hotel hasta el aeropuerto de Pamplona lo realizaríamos con tres coches bastante intimidantes, es decir, los Audi R8, RS 6 Avant y RS Q8. Con el primero logramos divertirnos mucho ya que era la versión RWD y eso significaba que a la salida de los giros más cerrados te permite descolgar el tren trasero con bastante facilidad, siempre de forma controlada gracias a la presencia de las ayudas electrónicas. Su propulsor V10 de aspiración natural es glorioso y la respuesta al acelerador, inmediata. En resumidas cuentas, es un coche muy preciso que nos hubiera encantado disfrutar en el circuito, aunque nuestra ruta por carreteras secundarias no estuvo nada mal.
El familiar fue otro de los modelos que nos sorprendió gratamente, básicamente porque se mostró con un grado de agilidad inesperado dadas sus más de dos toneladas de peso y eso se debe a su eje trasero direccional. Su dirección es muy precisa y el motor, simplemente una bestia. El empuje es descomunal, así como su sonido V8, permitiéndote alcanzar ritmos muy elevados con facilidad, sin apenas darte cuenta de la velocidad a la que circulas. Este mismo bloque lo disfrutamos en un SUV que, dada la mayor altura del centro de gravedad, nos sorprendió por el acusado cabeceo de la carrocería al pisar a fondo el acelerador. Notas como el morro se eleva notablemente mientras te quedas pegado contra el asiento. Simplemente espectacular.
